El pasado viernes, el cadáver de Laura, una joven jerezana de 21 años fue abandonado en la puerta del albergue municipal de Jerez por otros dos jóvenes que tras llamar a la puerta de forma brusca salieron corriendo y huyeron de la escena.
Su madre, Conchi, ha asegurado en declaraciones a Canal Sur que su hija nunca estuvo desasistida por su familia, aunque conoce pocos detalles sobre el fallecimiento de su hija, ya que la investigación se encuentra en secreto de sumario.
“Está claro que la niña estaba muerta, no murió en la puerta del albergue”, ha exclamado la madre al mismo medio. Laura tenía un historial de adicciones desde los 13 años y de delitos de hurto para conseguir dinero para consumir.
Laura estaba en libertad vigilada y tenía un pequeño sueldo de inserción: “Entiendo que esta paga tiene un fin de bajar la delincuencia. Si a mi niña le das 500 euros todos los meses no tiene que ir a robar a El Corte Inglés”.
Laura fue pasando de centro en centro privado, sin hacerle, según la madre, ningún bien. “No tienen profesionales. Como fundaciones que son no rinden cuentas ni fiscales ni sanitarias y ellos se consideran capaces de rehabilitarla”, declara Conchi, que además pide que “desaparezcan estos tipos de centros” para que lo que ha ocurrido no pase en otras familias.