De las pocas cosas positivas de la pandemia está el interés que se despertó entonces y que aún continúa para volver a vivir en un pueblo. El confinamiento fue un punto de inflexión para muchas familias y la Diputación de Málaga está convencida de que hay que aprovechar esa ventana abierta durante aquellos meses para regresar a esa vida de los pueblos, un hecho fundamental para evitar la progresiva pérdida de habitantes que sufren muchos municipios de la provincia.
La vicepresidenta cuarta de la Diputación malagueña y responsable del Área de Ciudadanía y Atención al Despoblamiento del Territorio, Natacha Rivas, ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que en la provincia hay 45 municipios con mayor riesgo de pérdida de habitantes.
La provincia de Málaga alcanzó el 1 de enero de este año 1.694.089 habitantes, un aumento respecto al año anterior aunque más ralentizado que ejercicios anteriores. Sin embargo, esa llegada no se materializa tanto en el interior. Las comarcas de la Axarquía, Serranía de Ronda, Sierra de las Nieves, Antequera-Guadalteba-Nororma y Valle del Guadalhorce reúnen a esos 45 pueblos con la mayor tasa de pérdida de población en la última década en la provincia.
Como ejemplo de esa pérdida de habitantes, según los últimos datos del padrón municipal, está Valle de Abdalajís, con un descenso de su población del 1,57 por ciento en el ejercicio 2019/2020; o en la Axarquía las localidades de Alfarnatejo (-3,45%); El Borge (-0,86%) o Alfarnate (-0,37%). También, los municipios de Almáchar, Benamargosa, Periana, Alcaucín, Árchez, Arenas, Canillas de Aceituno y Salares se encuentran en esa lista de localidades en la comarca axárquica que paulatinamente han ido perdiendo población en los últimos 20 años.
En el caso de Sierra de las Nieves, es El Burgo el municipio que ha presentado un descenso de su población del 0,44% en el período 2019/2020. El resto, Alozaina, Casarabonela, Tolox y Yunquera, a pesar de presentar descensos de población en los últimos 20 años, han registrado una leve recuperación de población en 2020 respecto al ejercicio anterior. También, Almogía, cuya población ha ido en descenso en las dos décadas anteriores, el pasado año se recuperó con un ascenso del 2,07 por ciento respecto a 2019.
Durante los primeros meses de la pandemia llamó la atención el elevado interés de la ciudadanía buscando una segunda casa en algún lugar del interior: "Las visitas a las plataformas inmobiliarias se dispararon; la gente no buscaba apartamentos en la costa sino en el interior", ha indicado Rivas, quien ha admitido que en algunos municipios se ha incrementado su población, no mucho pero en un pueblo pequeño el que llegue una familia de tres, cuatro o más ya es una gran noticia.
"Casi todo el mundo tiene a alguien de un pueblo y muchos de los que se fueron han vuelto a esas casas. Ha habido un pequeño giro y esa ventana que se ha abierto de lo bien que se vive en los pueblos esperemos que no sea algo efímero", ha opinado Rivas, quien ha lamentado que en muchos se estén perdiendo servicios, como por ejemplo el cierre de entidades financieras que dificulta a los habitantes el poder sacar dinero o realizar sus gestiones bancarias.
Varios proyectos
La Diputación de Málaga tiene en marcha varios proyectos, algunos de la mano de entidades del Tercer Sector, contra la despoblación; herramientas, muchas de ellas piloto, para intentar acercar a la población de las ciudades a los pueblos, especialmente los más pequeños, donde más se nota la pérdida de habitantes.
El último de ellos, dado a conocer estos días, es el I Premio 'Tu iniciativa tiene valor', un concurso de ideas frente al despoblamiento con el fin de reconocer y premiar proyectos, productos o servicios creativos e innovadores, con o sin base tecnológica, que surjan desde el emprendimiento, así como prototipos, probados y testados, con resultados ya medidos o medibles, susceptibles de ser viables en el medio rural malagueño.
También destaca 'Pueblo Acogedor', impulsado a través del centro de innovación social La Noria, junto a la Asociación Aula del Mar y en colaboración con Fundación "la Caixa", una iniciativa cuyo objetivo es establecer conexiones y vínculos emocionales entre las personas de municipios costeros y las personas de pequeñas localidades de interior, de manera que haya un "enamoramiento" y se integren y participen de la vida de estos. Esta experiencia se desarrolla en siete pequeños pueblos: Alcaucín, Árchez, Benarrabá, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Jubrique y Genalguacil.
Otra acción es 'Mi entorno se recupera contigo', con Cruz Roja y nacido de la colaboración entre La Noria de la Diputación y "la Caixa" así como de la plataforma nacional 'Vente a vivir a un pueblo', con 18 municipios adheridos en Málaga, aunque hay otra decena en proceso. Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Algatocín, Alpandeire, Benarrabá, Benadalid, Benalauría, Casarabonela, Cortes de la Frontera, Cuevas de San Marcos, El Burgo, Faraján, Gaucín, Genalguacil, Jimera de Líbar, Jubrique y Yunquera son los destinos disponibles en 'Vente a Vivir a un Pueblo' y que han recibido desde noviembre de 2020 al 30 de junio de 2021, un total de 344 solicitudes de personas interesadas en cambiar su residencia.
Son 246 familias interesadas con una media de edad de 36 años y que proceden de países latinoamericanos pero también europeos y de otros puntos de España. Ya se ha logrado el cambio o perspectiva de cambio de nueve familias en seis meses, con un total de 23 personas, y se trabaja con otras 16.
El interés por estas iniciativas es patente, según Rivas, quien ha aludido a otros proyectos transversales que se llevan a cabo en la institución provincial en esa lucha contra la despoblación, como puede ser el Plan Vía-Ble sobre la movilidad por carretera. Pero también otras iniciativas que pese a ser de otra índole busca ese volver a los pueblos y disfrutarlos.
Un ejemplo es '#HechoEn', una acción de Futuro en Femenino, asociación de mujeres emprendedoras, empresarias y profesionales de Torrox e impulsada por La Noria de la Diputación; que ha diseñado fiestas locales singulares para los municipios de Árchez, El Borge y Canillas de Albaida que se prevé poner en marcha en 2022, con la confianza de haber dejado atrás ya la pandemia motivada por el virus Sars-Cov2.
El Borge celebrará en el mes de noviembre una nueva fiesta llamada 'El trabucazo', con temática bandolera y el uso de trajes tradicionales manufacturados en el taller textil y la recuperación de oficios artesanales a partir de la anea. Árchez, municipio que hasta ahora no tenía fiesta local, celebrará en junio 'El tesoro de los molinos', basada en una leyenda local sobre una olla de oro que se encontró bajo un molino del pueblo; mientras que Canillas de Albaida ampliará su 'Navidad Canillera', que parte de un portal de Belén viviente en forma de pasacalles y otras acciones.
"Es una forma de que la cultura y el patrimonio no se pierda. Tú vives el día a día de un pueblo y no valoras lo que tienes. Esto son proyectitos pequeños que permiten poner todos estos municipios en valor", ha concluido Natacha Rivas.