El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha firmado este viernes 15 de enero un decreto por el que suspende las procesiones de Semana Santa y todo culto externo sine die debido al avance de la pandemia del covid-19. Por tanto, se trataría de la segunda vez consecutiva que tiene lugar esta suspensión, después de que sucediera el pasado año por la irrupción del coronavirus. Entonces, el precedente más cercano de suspensión fue en 1936.
El obispo de Málaga, teniendo en cuenta las actuales circunstancias "extraordinarias" por la covid-19 y la previsión de "persistencia de la enfermedad, y en consecuencia la necesidad de seguir evitando actos que supongan la concentración y movilidad de grandes grupos de personas", firma esta suspensión para contribuir a la erradicación de la pandemia, de conformidad con el Código de Derecho Canónico, en uso de su potestad ordinaria.
En su lugar, y particularmente en lo referente a procesiones, estaciones de penitencia y romerías, deja en manos de cada párroco o director espiritual, en colaboración con las asociaciones de fieles, cofradías y hermandades afectadas, la organización de la oración o celebración más oportuna para ese momento, de acuerdo a las orientaciones que la Delegación de Hermandades y Cofradías proponga. Asimismo, cada director espiritual o párroco, en su caso, velará para que los cultos y demás actos de piedad y devoción que se celebren en los templos, capillas u oratorios se realicen con absoluto respeto a la normativa que regule estos actos vigentes en cada momento.
También se autoriza a cada junta de gobierno de las Cofradías de Pasión afectadas, para que, de acuerdo con el párroco o director espiritual de la misma, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, ambos inclusive, puedan acordar con referencia a sus Sagrados Titulares o bien permanecer en sus capillas o ser desplazados de forma privada y reservada a su casa hermandad o sede social respectiva, para su veneración, siempre y cuando la normativa vigente lo permita en ese momento. Ese desplazamiento no podrá realizarse en andas, ni tronos de traslado.
La junta de gobierno de la hermandad o cofradía pertinente "cumplirá estrictamente las normas estatales y autonómicas que regulen estos actos, debiendo proveer lo necesario para su correcto desarrollo". En el decreto se señala también que hermandades y cofradías podrán convocar y celebrar cabildos ordinarios, extraordinarios y de elecciones, siempre y cuando lo permitan y se respeten todas las normas estatales o autonómicas que regulen estos actos y que estén vigentes en cada momento.
Por tanto, por segundo año consecutivo, quedan suspendidas las procesiones y demás actos públicos de piedad de la Semana Santa. No obstante, se exhorta a todas las asociaciones de fieles y a los fieles en su conjunto "a vivir con especial devoción las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en sus parroquias respectivas, especialmente las del Triduo Sacro". Además, pide por todos los afectados y para alejar "esta grave enfermedad".
Según datos de la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, las procesiones en la capital tienen un impacto económico de más de 82 millones de euros, de los que 53 son directos y 29, inducidos; además de los puestos de trabajo que genera.