Hasta 40 jaulas apiladas, unas encima de otras y en unas condiciones higiénicas lamentables, ha encontrado la Guardia Civil en una caseta ubicada en el interior de una finca en el término municipal de Jerez.
La Benemérita ya investiga a la responsable por un delito de maltrato animal. Esta persona almacenaba, en el interior de una caseta de pequeñas dimensiones, 40 jaulas apiladas en condiciones de salubridad e higiene extremadamente deficientes. Durante la intervención se observó la presencia de once ejemplares de la especie petaurus del azúcar, más conocidas como ardillas voladoras, y cuatro erizos, de los que dos estaban muertos.
La investigada carecía de documentación alguna sobre el origen de los animales, alta de núcleo zoológico, autorización para la cría, ni licencia de actividad para la venta. La investigación se ha producido después de que la patrulla del Seprona de la Guardia civil de Jerez tuviera conocimiento, a través de una denuncia interpuesta por un ciudadano, que relataba la posible comisión de un delito de maltrato animal en el interior de una finca.
Los agentes organizaron inmediatamente un dispositivo policial que les permitió localizar la vivienda y apreciar desde el exterior una caseta de madera de apenas 9 metros cuadrados, lugar en el que sospechaban que se encontraban los animales.
Esto motivó que los guardias civiles realizaran una inspección en dicha instalación que carecía de iluminación alguna y de aireación, donde localizaron la cantidad de 40 jaulas apiladas, varias de ellas vacías, en condiciones de salubridad e higiene extremadamente deficientes y que desprendían un olor nauseabundo debido a la acumulación de heces y orines.
Por todo esto y tras atender a las necesidades y cuidados de los animales que se encontraban en condiciones deplorables, los agentes procedieron a la investigación de la presunta autora por un delito de maltrato animal con resultado de muerte.