Manu Sánchez, humorista y presentador, tuvo que dar un frenazo en seco a su vida cuando hace unos meses le diagnosticaron cáncer. Después de haberse sometido a sesiones de quimioterapia, y poco antes de pasar por quirófano para la última operación, ha sido entrevistado por Aimar Bretos en Hora 25.
"Cuando me dijeron lo que tenía sentí frío. Lo que me chocó es que a mí me dolía la espalda, yo hacía muchos bolos, fui al fisio. Después de todo este periplo y que no dábamos con nada, que todo estaba perfecto, me hice la prueba de TAC con contraste y efectivamente, tenía un tumor en un testículo, rodeado de una parte sana", cuenta Sánchez.
Ante los micrófonos de la Ser, el humorista se ha confesado. El tumor se lo detectaron poco antes de que naciera su hija, a la que pensaron en cambiarle el nombre. "Contextualizándolo, claro. Le iban a preguntar en el futuro, ¿por qué te llaman Esperanza? Porque mi padre tuvo un cáncer en 2023. A mí me gusta ir dejándoles miguitas, porque entiendo que después se lo irán encontrando", dice.
"Cuando nació Manuel, me pilló su nacimiento en mitad de Tu cara me suena, yo me tuve que quitar la barba para hacer los personajes que me pedían. El mismo Manuel me dijo que por qué no me quitaba todo, también el pelo, para ser el 'Capitán Calzoncillos'. Cuando Manuel me vio aparecer sin pelo ni barba por la quimioterapia, lo entendió", cuenta Sánchez.
"Aceptar mi propia muerte es lo más duro que me ha pasado estos meses"
— Hora 25 (@Hora25) November 13, 2023
Merece la pena escuchar estos cuatro minutos de Manu Sánchez sobre cómo afrontar el cáncer. pic.twitter.com/zv0wVNxUIA
De esta experiencia, el humorista asegura que "lo más duro de todo fue aceptar mi propia muerte. Es la gran pirueta psicológica. Darte cuenta de que esto se puede acabar en cualquier momento. Todos damos por hecho que vamos a tener hasta los 80-90 años para responder a las preguntas del examen. Empezamos por las tipo test y vamos posponiendo todo. Me he dado cuenta de que en cualquier momento te pueden decir: entregamos".
Y abunda en esa idea: "Asumir mi propia muerte me ha hecho más fuerte. Que todo me importe un poco menos. Me iba a la cama y pensaba ojalá la persona con la que rehaga su vida mi pareja sea un tío de putísima madre porque va a educar a mis hijos, entonces de poder estar celoso por algo a asumir y desear eso me terminó pareciendo normal. Asumir también que quizá la vida no es la mejor forma de salir de este proceso".
Manu Sánchez, en su charla con Bretos, manda un mensaje a quienes se encuentren en su misma situación: "Ando peleando entre el optimista y el pesimista que llevo, pero esto funciona mejor con una sonrisa", que remata: "He vuelto a aprender que en la vida merece la pena tirar para adelante, seguir luchándola. Si es necesario aprender a hablar de nuevo, andar de nuevo, a estar de nuevo y de otra forma en los sitios, pues se aprende, que intentemos arrancar tiempo al examen, pero si quieres hacer algo, un viaje, o lo que sea, hazlo ahora porque no sabemos cuándo va a sonar esa vocecita de entregamos".
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