La cinta móvil en la que quedó atrapado Marcos Morales, el trabajador de 41 años fallecido en la Azucarera de Jerez en diciembre, fue modificada. La Inspección de Trabajo, en un informe emitido tras la demanda interpuesta por UGT, asegura que la compañía incurrió en una “falta grave”, ya que las instalaciones no cumplían la normativa de prevención de riesgos laborales. Este organismo, que depende del Ministerio de Trabajo, recoge en su escrito que el operario desconocía que la cinta móvil había sido modificada y que no tenía conocimientos para manejarla, como publica Radio Jerez, que ha tenido acceso al informe, donde también se reseña la falta de supervisor y de un sistema de enclavamiento para trabajar de forma segura.
El 30 de diciembre de 2019 por la tarde, a poco más de 24 horas para que acabara el año, la provincia sumaba la víctima mortal número once en accidente laboral, de las 109 personas que perdieron la vida en el trabajo en Andalucía durante el año, 16 más que en 2018. Ese día, Marcos Morales estaba desplazando una cinta móvil de la Azucarera del polígono industrial El Portal, en Jerez, cuando algo falló y quedó atrapado, por lo que falleció a los pocos minutos, haciendo inútiles los esfuerzos de compañeros, en primera instancia, y de los servicios de emergencia, después, por salvar su vida.
Inspección de Trabajo determina ahora que la empresa incurrió en una “falta grave” y que incumplió la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, por lo que UGT estudiará si emprende acciones legales contra la compañía para evitar más muertes de este tipo. Adelante Andalucía, que ya llevó el asunto al Parlamento andaluz, volverá a hacerlo tras conocerse esta circunstancia. “Nos parece un caso de terrorismo laboral”, señala José Ignacio García, parlamentario andaluz de la formación, quien se muestra partidario de “llegar hasta las ultimas instancias para exigir responsabilidades ante esta negligencia”.
Marcos, un trabajador eventual que estaba cubriendo la baja maternal de una compañera, recibió la llamada para cubrir un puesto en la sección de mantenimiento, donde se encargaba de reparar la maquinaria en mal estado. “La cinta no iba bien”, confirmaron fuentes consultadas por lavozdelsur.es durante la concentración convocada por el comité de empresa para rendir homenaje a Marcos pocos días después de su fallecimiento. La de este operario es la tercera muerte producida en la planta de Azucarera de Jerez en los últimos 20 años, todas en el mismo departamento, unas víctimas a las que hay que sumar el caso de un trabajador que entró en coma tras una explosión, y las numerosas bajas por depresión o estrés a las que se acogen unos empleados que trabajan bajo mucha presión.
“Tenemos claro que la culpa de este accidente no es del trabajador y lo vamos a defender hasta sus últimas consecuencias”, señalaba entonces Antonio Montoro, secretario general en la provincia de Cádiz de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT. “No buscamos víctimas, porque ya bastante tenemos con la que ha habido, solo que se aclare y que esto no vuelva a ocurrir”, agregaba. El presidente del comité de empresa, durante la citada concentración, negó entonces que la cinta móvil en la que quedó atrapado Marcos “tuviera ningún tipo de deficiencia anotada”, aunque estaban esperando los informes internos y de la inspección laboral. “Queremos tener mucha prudencia y paciencia, cuando conozcamos los hechos podremos hablar”, señalaba.
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