Mari Linde no supo nada de la tragedia hasta varias horas después de producirse. “Nadie me avisó”. Un sobrino suyo fue quien dio la voz de alarma y cuando llegó al hospital se enteró de que su hijo Francisco tenía quemado el 90% de su cuerpo. A su hija, Mariluz, tardó más en verla. “Me la vendaron entera, era una momia, pienso que para que no me impresionara ver el estado en que se encontraba”, relataba entonces. Era la tarde del 5 de agosto de 2017 y ese día su vida cambió para siempre. El transformador 29272 de Endesa, ubicado en la trastienda de la cocina del Hotel 100% Fun de Tarifa, donde trabajaban sus hijos, explotó. A Francisco y a Mariluz, que estaban comiendo al lado, no les dio tiempo de levantarse. Tampoco a Esther, Juan Antonio, Francisco José, Daniel, Sara e Irene. Todos son los conocidos como los 8 de Tarifa. Sara y Mariluz fallecieron. Al resto le quedaron secuelas de por vida.
Desde entonces, a Mari Linde le cuesta conciliar el sueño. No para de pensar en la hija a la que perdió, en las quemaduras que sufrió y que sigue padeciendo su hijo Francisco, y en que casi tres años después sigue sin saber quien o quienes fueron los culpables de la explosión. “Yo ya no tengo vida, lo que quiero es descansar”, contaba Mari a lavozdelsur.es, un año después del accidente. Ella quiere “ponerle cara” a los culpables de la tragedia, después de que tanto Endesa como el hotel quisieran comparecer en un primer momento el proceso judicial abierto en calidad de perjudicados —el juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras, finalmente, los cita como investigados—.
Mari Linde quiere mantener una reunión con el Ayuntamiento de Tarifa, tanto con el gobierno como con la oposición, para intentar esclarecer unos hechos sobre los que aun hay muchas incógnitas. La sobrecarga de tensión del transformador es una de las hipótesis que se manejan para explicar el suceso. La Asociación de Afectados por el Accidente del Transformador 29272 de Tarifa apuntaba pocos meses después del accidente, tras conocer los informes emitidos por la Guardia Civil y por el Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Cádiz, que podía haber varias causas posibles: “Tanto la existencia de defectos en la construcción del centro de transformación, como la sobrecarga en el funcionamiento del transformador, bien por exceso de las potencias asignadas, bien por fraudes en el suministro de algunos de los clientes a los que se daba servicio, entre los que se encontraría el propio hotel en el que se produce el accidente”.
“No interesa que se conozca la verdad porque detrás hay una multinacional como Endesa”, expresa Mari Linde a lavozdelsur.es, quien se queja de que “la Administración también es culpable” del incidente. El escandaloso silencio y la falta de respuestas para las familias es lo que peor lleva la madre de Francisco y Mariluz. “Se están riendo y faltándole el respeto a las víctimas y a los familiares”, sostiene. “No me dais la cara a mí como ciudadana y madre de dos víctimas, una con mortalidad inmediata calcinada en vida y mi hijo con discapacidad”, se queja en redes sociales. “No tengo palabras para expresar tanto dolor, lo siento en toda mi alma y en mi corazón. Si en mi último suspiro pudiera volver a abrazarte moriría por darte un abrazo”, dice la madre de Mariluz.
La explosión del transformador llegó al Parlamento andaluz en noviembre de 2017 de la mano de IU, que defendió una Proposición No de Ley (PNL), aprobada por unanimidad, que acordó pedir al Gobierno andaluz que “mantenga puntualmente informadas a las centrales sindicales CCOO y UGT, como sindicatos mayoritarios en el sector, así como a la Asociación de afectados por el accidente del transformador 29272 de Endesa en Tarifa, de cuantas gestiones se realicen por parte de la Junta de Andalucía, de los resultados de la investigación en curso, así como prestarles el asesoramiento legal o la ayuda de todo orden que precisen para hacer valer los derechos de las víctimas y garantizar que las mismas sean atendidas y resarcidas convenientemente”.
La PNL también exigía que Endesa realizara “una inspección extraordinaria de todos los transformadores instalados en Andalucía cuya última revisión se realizase hace más de un año” y pedía a la compañía que presentara en seis meses “un plan para la renovación, en un periodo de un año, de todos los transformadores ubicados en Andalucía cuya antigüedad sea mayor de 25 años, o su tecnología no sea la adecuada para la prestación del servicio en condiciones óptimas de seguridad”. Mari Linde se queja de que ha quedado en “nada”. “La falta de información es total”, se queja.
Cada aniversario, la asociación convoca una manifestación para recodar a los 8 de Tarifa y para pedir Justicia por el suceso que se llevó las vidas de Sara Ojeda y Mariluz Morillo, y dejó a otros seis afectados con graves secuelas. Los familiares han repetido una y otra vez que no cesarán de luchar contra Endesa, “ese gigante de fuego, dinero y poder que nos ha causado este dolor, aferrándonos a cualquier oportunidad que se nos presente, aprovechando cada ayuda que se nos quiera brindar”, en palabras de Francisco Fernández Parras, uno de los afectados y portavoz en las concentraciones. “Queremos que ese gigante sepa que quienes ya lo han perdido todo, ya no tienen miedo a perder. Ya no nos queda otra opción que la de conseguir conocer esa verdad y esa justicia que son el fino hilo que nos mantiene alejados de la locura”.