La ya eterna lucha de María Salmerón con la justicia ha vuelto a cumplir un nuevo episodio este lunes en Sevilla, tras conocerse la condena de nueve meses de cárcel decretada por la juez Eva María Medina por “un delito continuado de desobediencia grave a la autoridad, con la concurrencia de la circunstancia agravante de reincidencia”. Las disputas empezaron cuando Salmerón no acudía con su hija, hoy de 20 años, al punto de encuentro acordado para que su padre, condenado por maltrato, debía ver a la niña.
“En el juicio del año pasado, mi abogado, José Estanislao López, presentó pruebas de los autos que fueron confirmados por la Audiencia de Sevilla, en los que la jueza nos libera a la niña y a mí porque no era yo la culpable, sino mi hija la que no quería ir con el padre”, ha señalado Salmerón a los medios esta mañana a las puertas de la Audiencia en la capital andaluza. “El juez de lo penal no considera importantes ni significativas las resoluciones de sus compañeros y dice que no tienen trascendencia en este procedimiento”.
La madre ahora condenada a prisión, ha estado acompañado de un reducido número de representantes políticos y colectivos por la igualdad debido a las medidas de seguridad por el covid, pero ha manifestado que se encuentra enormemente respaldada en su causa por diversos partidos y asociaciones. Salmerón ha hecho mención a la declaración como testigo ya como mayor de edad en este mismo juzgado de su hija y en la que, según su madre, “manifestó exactamente lo mismo que todo el tiempo atrás”, acerca de no querer recibir las visitas de su padre.
“El juez considera más importante el testimonio de la directora de un punto de encuentro que nunca vio a la niña, ni sabe por qué no acudía, ni los motivos; y lo que testifica la pareja sentimental del padre de la niña. Con esas pruebas han condenado a una persona a cárcel”, denuncia la madre, que recuerda que “no han considerado la voluntad de la niña”. Salmerón relata que, “pese a recurrir alegando que no se habían tenido en cuenta las resoluciones judiciales de las vías civil y penal, les han confirmado la condena”. Posteriormente la Audiencia, tras no tenerlas en cuenta y dictar que no tienen trascendencia en el proceso, ha enviado los autos al Juzgado de la Penal de Sevilla número 6, donde una jueza hasta ahora sin relación con el caso ha dictado auto de prisión.
Según Salmerón, su propio abogado le ha informado de que su hoja histérico-penal lleva más de 5 años intacta, sin haber cometido ningún delito. “Delito por decir algo, porque respetar la voluntad de la menor y proteger a mi hija no puede ser delito, ni yo ni en ninguna mujer que lo haga”. A pesar de ello, la juez la considera reincidente y le ofrece la opción de elegir centro penitenciario en el que ingresar en 10 días. El auto ha sido recurrido y la condenada ha abierto otra vía en la Audiencia de Sevilla contra la confirmación de ese auto que consiste en un incidente de nulidad. “Creemos que esa nulidad se da puesto que no se ha tenido en cuenta las pruebas que la defensa ha aportado en las vistas”. En dos días, la Audiencia ha resuelto que no hay nulidad, “sin haberle dado traslado al fiscal”.
Estos hechos han sido explicados por Salmerón ante la ausencia por enfermedad de su abogado. Sobre el rechazo a la nulidad, explica que han presentado un recurso de súplica y ha informado de que su intención es ir al Constitucional, a Estrasburgo y a Naciones Unidas. “Iremos donde haya que ir para secar esto fuera de España porque aquí, las mujeres y los menores no tenemos justicia”. En este punto, ha hecho una petición al poder legislativo: “Empiecen a legislar a favor de las mujeres maltratadas y de las víctimas de violencia de género porque en el año 2009 me quitaron la custodia de mi hija y se la dieron a un maltratador. Y en el 2020 siguen dándole visitas a los maltratadores. Legislen ya”.
A pesar de todo, el auto con la condena a prisión por reincidencia en la desobediencia del régimen de visitas no es firme y cabe recurso, el cual ha presentado ya su abogado. La madre ha confirmado que en caso de confirmación, buscarán el indulto “aunque sabe que le tienen ganas”. Otro de los puntos que la condenada no entiende es por qué, si lo que ha incumplido son las órdenes del juez, el dinero de la sanción debe ir “para el padre y maltratador”. Ha lamentado que “mientras los ciudadanos tenemos plazos con la justicia, los jueces no los tienen”, en referencia a una lucha que dura ya 20 años debido a la lentitud de la Justicia en España.
20 años que Salmerón ha calificado ante decenas de medios de “persecución judicial” y en el que ha criticado duramente que “un maltratado esté siendo amparado” por el sistema judicial. Por último, ha hecho llegar sus ganas de luchar y las de todos las mujeres en este tipo de casos, y ha finalizado diciendo que “ni el covid nos va a parar”.