La llegada inesperada y masiva de ciudadanos marroquíes a Ceuta supone una crisis de varios tipos. Primero, humanitaria, pues una persona falleció el lunes y familias al completo, incluyendo bebés, cruzaron por la playa del Tarajal hacia España. Pero el trasfondo sigue siendo un desencuentro geoestratégico entre España y Marruecos por el conflicto del Sahara. El líder militar de la antigua colonia española, ocupada por Marruecos desde los 70 y en conflictos con las resistencias en el desierto, el Frente Polisario, se encuentra en España para tratarse de covid y de un cáncer. Marruecos pidió que se le expatriara y ahí empezó el conflicto.
La presión ejercida por Marruecos ha sido promover la llegada masiva de personas, más de 6.000 en apenas dos días, aunque las cifras podríans er mayores. Si bien se han producido devoluciones en frontera, la situación sigue siendo difícil.
Como revela El Faro de Ceuta, las autoridades marroquíes consiguieron la llegada de muchos menores de edad asegurándoles que iban de excursión y que verían un partido de fútbol con la presencia de Cristiano Ronaldo, una de las mayores estrellas del planeta.
Esto ha provocado que aún muchos menores sigan en Ceuta, a la espera de que se inicie el proceso de devolución legal, que se produce cuando las familias les reclaman. De no hacerlo, legalmente España tiene la obligación, por convenios de Derechos Humanos, de ofrecerle una estancia digna al ser menores no acompañados, evitando así el desamparo, como pasaría con cualquier menor español que se quedara huérfano de familia cercana o lejana.
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