Pepe Candón lleva más de doce años esperando noticias del Ministerio de Defensa. En febrero de 2011, cinco militares españoles que se estaban preparando para una misión especial en el Líbano fallecieron como consecuencia de una explosión cuando estaban manipulando minas con explosivo pero sin detonador.
Tres militares, entre ellos este teniente de Infantería de Marina natural de Medina Sidonia, sufrieron heridas graves. Candón quedó gravemente afectado con quemaduras, la pérdida de un ojo y del 15 por ciento de visión en el otro. Además, tiene sordera parcial y unas secuelas permanentes con las que convive a diario.
Además de perder a cinco compañeros, el Juzgado Togado Militar Territorial número 11 llegó a dictar en su día un auto en el que el teniente Candón era procesado por la "presunta comisión de siete delitos en relación de concurso ideal, contra la eficacia en el servicio". Al asidonense se le acusaba de haber causado el trágico accidente. La causa quedó archiva tras un escrito demoledor del fiscal jefe contra la jueza por lo que suponía una "vulneración del Derecho de Defensa y a un proceso con todas las garantías reconocido en el artículo 24.2 de la Constitución".
Candón pasó de desactivar explosivos al mundo del triatlón, donde ha sido campeón de Europa en cinco ocasiones. Pero este militar retirado sigue con una herida profunda que ha querido compartir en sus redes sociales: "Las heridas del cuerpo no duelen tanto como las heridas del alma. Abandonados y vilipendiados durante más de 12 años por la que siempre fue nuestra CASA. Ni una sola llamada. Decepción".
Desde el Ministerio de Defensa nunca se han preocupado ni por la salud ni por las secuelas físicas y mentales de aquella tragedia. Más de doce años después, este militar retirado no olvida el infierno sufrido.
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