Al menos 40 personas han perdido la vida en Moscú tras el ataque terrorista perpetrado en el interior de la sala de conciertos Crocus City Hall, donde un grupo de sujetos armados ha abierto fuego. La cifra de heridos supera la centena.
Los atacantes, al menos cuatro, han disparado de manera indiscriminada con ametralladoras, realizando numerosas ráfagas de disparos contra las personas que se encontraban en el interior de la referida sala.
Los equipos de emergencias trasladados de urgencia hasta el lugar del tiroteo han logrado rescatar a un centenar de personas que estaban refugiadas en el interior. También en el interior de la sala se ha registrado una explosión y declarado un incendio que ha consumido ya un tercio del edificio. Las unidades especiales de la Rosgvardia (Guardia Nacional Rusa) están trabajando en el lugar del atentado para dar con los terroristas. Uno de ellos ya ha sido capturado.
Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, ha calificado este suceso como un ataque terrorista. Hasta el momento ningún grupo terrorista se ha atribuido la autoría del ataque. "Toda la comunidad internacional está obligada a condenar este horrible crimen", ha dicho.
Ucrania, a través del asesor de la oficina de la presidencia, ha dejado claro que "desde luego, no tenemos nada que ver con el tiroteo o las explosiones. No tiene ningún sentido", ha declarado Mijailo Podoliak.