En la localidad de Dénia (Alicante), durante la celebración del espectáculo de bous a la mar este lunes, se ha registrado la trágica muerte de un toro por ahogamiento, según han confirmado fuentes municipales. El incidente tuvo lugar alrededor del mediodía este lunes durante las festividades en honor a la patrona de la ciudad, la Santíssima Sang. Los bous a la mar han sido reconocidos como Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Durante el evento, el toro cayó al agua luego de embestir a las personas presentes en la plaza. Una embarcación rescató al animal del agua y se intentó reanimarlo, pero desafortunadamente no se logró salvar su vida, según las mismas fuentes. Como resultado de la trágica situación, se decidió suspender el espectáculo.
Un toro muere ahogado en la celebración de los “bous a la mar” de Dénia. pic.twitter.com/YKt7pbhLWC
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) July 10, 2023
Las fiestas de toros en España, especialmente aquellas que se llevan a cabo en localidades levantinas como los correbous, continúan generando polémica y debates en el país. Estas festividades, arraigadas en ciertas tradiciones y cultura popular, han sido objeto de críticas y protestas por parte de defensores de los derechos de los animales y organizaciones que abogan por su abolición. Los defensores de estas festividades argumentan que forman parte del patrimonio cultural y tradicional de ciertas regiones, y que constituyen un espectáculo arraigado en la historia de España. Afirman que el cuidado y respeto hacia los animales está presente durante las fiestas y que las autoridades correspondientes se encargan de velar por su bienestar.
Sin embargo, los críticos denuncian que estas celebraciones son una forma de maltrato animal, ya que someten a los toros a situaciones de estrés, peligro y violencia. Sostienen que el sufrimiento innecesario infligido a los animales no puede justificarse en nombre de la tradición, y que es necesario poner fin a estas prácticas.
Esta controversia ha llevado a un intenso debate social y político en el país. Mientras algunos municipios han decidido prohibir los correbous y otras festividades similares, argumentando razones éticas y de bienestar animal, otros han optado por mantenerlas como parte de su identidad cultural y turística.
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