El pasado jueves falleción Cecilio Morales a los 101 años de edad. Cecilio era un artesano dedicado a la alfafería. De la estirpe de los Fajalauza, este artesano había dedicado su vida a la cerámica, al igual que las 30 generaciones anteriores de su familia. Lavozdelsur.es tuvo la oportunidad de hablar con él hace unos meses.
La cerámica de Fajalauza es toda aquella cacharrería popular, hecha en barro vidriado y decorado, elaborada, desde principios del siglo XVI, en el Albaicín de Granada. 'Fajalauza', en árabe, quiere decir Puerta del Collado de los Almendros. En su tiempo, esta apertura era uno de los seis accesos que tenía la muralla del Albaicín para llegar a la parte más alta del barrio, donde, ya extramuros, se ubicaba el arrabal de los alfareros. Fue allí, con técnicas hispano-árabes, donde nació esta forma genuina de trabajar la cerámica
El 8 de octubre de 1921 nacía Cecilio, convirtiéndose en la trigésimo tercera generación de alfareros de cerámica de Fajalauza de la familia Morales Moreno. Desde su más tierna infancia, aprendió los secretos de este arte, mientras la historia de nuestro país seguía su curso imparable.
Para ser conscientes de todo lo que ha vivido en sus más de 100 años de existencia, basta con señalar que Cecilio fue testigo directo, entre otras cosas, del reinado de Alfonso XIII, de la dictadura de Primo de Rivera, de la II República, de la guerra civil española, del régimen franquista y de los más de 40 años que se cumplen de democracia. Este alfarero centenario podría recordar, incluso, el día en que asesinaron a García Lorca o las últimas noches que pasó Manuel de Falla en Granada.