Hasta catorce presos han fallecido en las cárceles sevillanas en lo que va de año, tres de ellos durante el puente de la Constitución, una situación que los sindicatos achacan a la falta de profesionales sanitarios en las prisiones. Eso hace que no se puedan entregar fármacos diariamente a los reclusos enfermos, a los que se les dan varias dosis que ellos mismos administran.
No hay suficientes médicos de atención primaria en las cárceles, como han reconocido responsables de Instituciones Penitenciarias, quienes señalan que no se facilitan medicamentos psicotrópicos de golpe. La alta mortalidad registrada durante el puente se debe, según los sindicatos, a la falta de personal, ya que a cada preso con tratamiento se le entrega medicación para varios días, por lo que se fomenta el trapicheo o el suicidio por ingestión incontrolada de fármacos.
El Defensor del Pueblo Andaluz tiene previsto reunirse con los responsables de Instituciones Penitenciarias para analizar este repunte de fallecimientos. El Consejo Europeo recoge que la media de fallecimientos anuales en cárceles españolas está en 19 presos por cada 10.000 internos, pero en la provincia de Sevilla los reclusos no llegan a 5.000 y ya ha habido catorce fallecidos en lo que va de 2019.