El Ayuntamiento de Sevilla prepara una nueva normativa municipal que amplia los casos en los que ciertos comportamientos o usos podrían ser sancionados de forma contundente con cantidades que pueden llegar a los 3.000 euros, según la gravedad de la infracción.
Algo que es habitual en el día a día a lo que apenas se le echa cuenta es la colocación de publicidad sujeta al limpiaparabrisas del vehículo, que obliga en función de tamaño del panfleto a bajar del coche y retirarlo, sudación que se agrava cuando el papel se paga al cristal a causa de una helada.
Esta medida coercitiva entra en la reforma de la normativa general de limpieza de la ciudad, aún en borrador, que contempla y sanciona otros supuestos como escupir u orinar en la calle y revolver el interior de los contenedores. También e incluye adherir pegatinas en el mobiliario público, arrojar basura al suelo, regar si el agua llega a los viandantes, tirar restos de poda a la calles, entre otras.
Una novedad relacionada con la limpieza es corregir un problema que está dando la cara en los pisos turísticos cuyos ocupantes dejan las bolsas de basura en la vía pública. La norma propone que se informe a los clientes dónde se ubican los contenedores y las exigencias para el depósito de residuos.