Ni Sevilla ni Córdoba ni Jerez: la zona donde el calor provoca más muertes en Andalucía

El Gobierno reedita su Plan Nacional de prevención ante altas temperaturas, que va mucho más allá de aconsejar hidratarse o evitar el deporte en horas de riesgo

Un grupo de chicos se lanza al Guadalquivir durante una ola de calor en Sevilla.

El Ministerio de Sanidad ha reeditado su Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos de exceso de temperaturas sobre la salud para este año 2024. Esto consiste en lanzar de forma automática un aviso cuando se supere cierta temperatura en una zona concreta. Hasta ahora, este aviso era provincial. Pero ahora se ha elaborado un nuevo mapa. ¿Qué significa esto?

Gracias a afinar la herramienta de alerta por territorios más pequeños, las administraciones de todo tipo pueden afinar mucho más en las actuaciones de prevención, desde lanzamiento de avisos hasta actuaciones del día a día de servicios públicos -o privados-. Póngase, áreas sanitarias de diversa índole.

El nuevo mapa, adelantado por El País,se basa en lo siguiente: a partir de qué temperatura se ha producido en los años anteriores un exceso de muertes relacionables con el calor, y cuántos días suele hacer esa temperatura extrema. No es igual para todos los territorios. En el rango de menor temperatura, en el litoral asturiano se produce aumento de fallecimientos por calor a partir de los 24 grados. Porque las personas mayores o con enfermedades crónicas no están habituadas a temperaturas altas, ni tampoco están habitualmente acondicionados los espacios que habitan, ni tienen por costumbre sobrehidratarse cuando sube el termómetro, por poner varios ejemplos.

Por tanto, este mapa ofrece herramientas para saber cuándo se producen más fallecimientos, según el histórico, en esos días de ola de calor. Y el mapa andaluz da cuenta de numerosos datos de la mayor utilidad.

Es sabido que el valle del Guadalquivir es la zona más calurosa de Andalucía, al encontrarse en el interior de la comunidad. Hay tres provincias extremadamente calurosas: Jaén, Córdoba y Sevilla. Pues bien, dentro de ellas, solo tres zonas donde efectivamente las temperaturas alcanzadas y más peligrosas para colectivos vulnerables efectivamente se producen con más frecuencia: Cazorla-Segura, Capital-Montes de Jaén, y Campiña Sevillana-Sierra Sur-Aljarafe (toda la provincia menos Sierra Norte). 

Por ejemplo, en Córdoba capital la temperatura en que se disparan las muertes es de 40,4 grados, pero apenas eso ocurre cinco días en el verano -de media, hay que insistir-. La temperatura según los últimos años en que se producen más muertes en Sevilla es de 38,9 grados, y eso ocurre de media 13 días. Significa que Córdoba está más preparada para estos episodios de calor, tanto su gente como sus infraestructuras. 

Pero el punto negro de muertes por calor está en una de las zonas menos cálidas de Andalucía. Es la Costa del Sol. Con 32 grados, las muertes se disparan en la costa malagueña, y eso ocurre 23 días en verano. Por tanto, en esa zona hay que hacer un mayor hincapié en políticas de prevención de altas temperaturas.

Otro punto peligroso está en las provincias de Granada y de Almería. La Alpujarra y la Cuenca del Genil no son las áreas más cálidas de Andalucía, pero sí pasan más días por encima de la temperatura en que aumentan las muertes. En el Poniente y la capital almeriense, 13 días, junto a los 12 del Valle del Almanzora y Los Vélez. En el Campo de Tabernas, por contra, a pesar de ser una zona por calor, sus habitantes solo sufren durante 7 días de verano unas temperaturas que les pongan en peligro.

En la provincia de Cádiz se produce algo curioso también. Teóricamente, la Campiña de Jerez es más cálida. La temperatura a la que se disparan las muertes es a casi 40 grados. En la Bahía y Costa Noroeste, la temperatura a la que aumentan los fallecimientos es 34,7 grados. En Jerez, de media, solo son cuatro días. En el litoral, siete días. Por tanto, con menos temperatura, hay más días peligrosos para las personas en la costa que en Jerez.

Por tanto, no hay que relacionar de forma simple más calor con más muertes de personas vulnerables. Tiene que ver con las temperaturas a las que están habituadas. En zonas más frescas, hay que ser cuidadoso con toda temperatura superior a la habitual, porque puede caerse en el error de hacer vida normal pensando que no es un riesgo. El funcionamiento de los órganos, el corazón, pulmones, riñones, tiene que ver con la temperatura a la que está habituada una persona mayor.

Para algún cuidador -o directamente para esa persona mayor- que está en Sevilla o Córdoba, resulta evidente que debe beberse más agua o evitar salir a la calle a partir de ciertas horas, especialmente si se relaciona con ejercicio físico -algo de deporte, o un esfuerzo como acarrear bolsas para la compra-. 

En todo esto, puede haber algunas distorsiones. Algunas zonas de costa reciben en verano a personas con problemas de salud procedentes de zonas más frescas. Eso explicaría que el punto donde más muertes por exceso de temperatura de Andalucía sea la Costa del Sol y no Córdoba, que precisamente es uno de los que mejor lleva las olas de calor. O que haya más días de riesgo en el litoral gaditano frente a la Campiña. Pero igualmente mantiene vigente la necesidad: informar más, mejor, e insistir en que las olas de calor son un problema para la salud.