Una mujer de 66 años y tres hombres de 68, 37 y 17 años perdieron la vida el fin de semana víctimas de un atropello mortal fruto de una venganza. Cuatro personas más resultaron heridas graves, estando dos de ellas en estado crítico. Los hechos ocurrieron en Torrejón de Ardoz (Madrid) tras el convite de una boda gitana.
Tras las investigaciones policiales, ya se van conociendo más detalles sobre esta tragedia. Todo empezó con una discusión dentro del restaurante El Rancho, lugar donde se estaba celebrando la boda. El presunto culpable, Micael Da Silva Montoya, es un hombre de 35 años, de nacionalidad portuguesa, familiar del novio. Sobre la una de la madrugada había acudido al convite en compañía de sus dos hijos de 16 y 17 años.
Por una supuesta relación sentimental que había intentado mantener el sobrino del autor de los hechos con la novia, el presunto culpable no estaba invitado al enlace. Su presencia provocó un gran malestar en los familiares del novio, que le recriminaron esta actitud. Esto originó una pelea que acabó en el exterior del recinto hostelero. Allí, en el aparcamiento, el ahora detenido, esperó unas horas para consumar su venganza.
Cuando una docena de invitados salía de la celebración, arrancó su Toyota Corolla y embistió a gran velocidad en su intento de ajustar cuentas tras el incidente que había tenido en el convite.
Esta mañana, a la llegada de Micael a los juzgados, varios familiares de las víctimas le han increpado y han asegurado que "habrá venganza". En declaraciones a Telecinco, una de las familiares ha apuntado. "Nosotros somos personas que intentamos siempre hacer el bien, pero no me toques lo mío. No me toques lo mío porque lo voy a defender como pueda. Tú ten en cuenta que esto no ha sido una pelea, ni ha sido un navajazo, ni un tiroteo, ni un enfrentamiento de cuatro hombres con cuatro hombres. Esto ha sido un asesinato, un acto de terrorismo".
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