La noche de bodas de Alexandra y Carlos iba camino de convertirse en un infierno. Tras acabar la celebración, de regreso a casa se dieron cuenta de que habían perdido las llaves del domicilio.
Un autobús trasladó a todos los familiares hasta una rotonda de Santa Coloma de Gramanet para que volviesen a sus respectivos hogares. Todos se fueron marchando y los recién casados se quedaron, junto a sus tres hijos, tirados en la rotonda.
Cuando estaban intentando pedir un taxi para intentar volver, una patrulla de la Policía Local que pasaba por allí se interesó por la familia que, en ese momento, se dio cuenta de que no llevaba las llaves encima.
Los agentes no dudaron en desplazarse hasta la casa de uno de los familiares para recuperar las llaves de la pareja, que pudo regresar por fin a casa. "Todavía suceden cosas bonitas en esta vida y es gracias a todas las personas que llevan a cabo este tipo de acciones", han escrito como agradecimiento los recién casados en una carta que han mandado junto a una tarta a la Policía Local.