Un empresario malagueño puede respirar algo más tranquilo tras desmantelar la Policía Nacional una organización criminal extremadamente violenta implicada en secuestros, extorsión, tráfico de drogas y vuelcos.
El referido hostelero, dueño de dos bares, fue uno de los que sufrió las consecuencias de esta banda. Hasta dos veces fue secuestrado en una semana, siendo sometido durante toda una noche a diferentes tipos de tortura. Los delincuentes le reclamaban 5.000 euros mensuales.
La víctima denunció los hechos en la comisaría de la Policía Nacional de Marbella en el mes de junio. Allí llegó oculto, a pesar del calor, tras un abrigo y unas gafas de sol. Todavía tenía bridas en los pies de haber estado secuestrado durante doce horas y presentaba quemaduras, contusiones y moratones por todo el cuerpo e incluso en los ojos.
"Lo tuvieron toda la noche y le dieron una paliza muy contundente. Estaba reventado", apuntaron en su día fuentes policiales".
Tras los registros efectuados en cinco viviendas, situadas en Alhaurín de la Torre, Mijas, Benalmádena y Vélez-Málaga, los investigadores han intervenido 22 kilogramos de marihuana, 5´93 kilogramos de hachís, dos vehículos, varias placas sustraídas, una pistola, un revólver y un bolígrafo pistola.
Un total de siete hombres, de edades comprendidas entre los 29 y los 50 años, han sido detenidas por su presunta participación en los hechos detallados. Los acusados fueron puestos a disposición de la autoridad judicial correspondiente, siendo imputados por los delitos de secuestro, lesiones, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.