Comienza una nueva Semana Santa en Jerez, declarada de Interés Turístico Nacional. Porque siempre es nueva, eso sí, según a quien se le pregunte, ya sea un ‘torta’ o un simple veedor de lo que sucede en las calles. Como dijo el pregonero de este año, los más jartibles incluso se felicitan el año nuevo cuando llega el Domingo de Ramos. Y ahora toca mirar hacia arriba, no solo en lo espiritual, también al cielo por si estará celeste o todo se irá al garete si la lluvia se vuelve a invitar. Los pronósticos no son claros en este sentido. Mientras que la primera parte de la semana se prevé sin lluvias, desde el jueves llega la incertidumbre de posibles chubascos; pocos, pero suficientes para aguar la fiesta.
En lo meramente cofrade, la Carrera Oficial, que cuenta con casi 1.500 palcos con 12.0000 sillas compradas este año por la Unión de Hermandades —antes se alquilaban— seguirá siendo la misma. Comienza en la plaza Aladro y termina en la Catedral. Por lo menos este año, después del amplio y agrio debate que supuso la propuesta de volver a cambiarla para que se eliminara el primer tramo de la calle Larga. La alternativa pasaba porque todas fueran por la calle Tornería, Eguilaz, Alameda del Banco y Larga. Puede sonar descabellada la idea de meter todas las bullas en la ida de las procesiones por la angosta Tornería. Casi nadie veía esa opción, ni muchos hermanos mayores. Pero el actual Consejo cofrade no cejaba en el empeño con el apoyo del Ayuntamiento, tal vez por evitar los cortes de tráfico desde semanas antes a la Semana Santa por el montaje de tribunas y palcos. Una ventaja que socialmente daba puntos al Consistorio. Al final de la película, el obispo zanjó la cuestión pidiendo al Consejo que la aplazara sine die. Veremos que da de sí para 2020.
Otro dato destacado es que dos hermandades, ambas de la zona Sur —el Chicle y Puerta del Sur— entran en la institucionalidad de la Carrera Oficial. En pocas palabras, entran en la ‘alfombra roja’ del movimiento cofrade. En total serán dos agrupaciones parroquiales, en camino de ser erigidas en hermandades, y cuarenta y cinco cofradías las que saldrán en procesión. Ya lo ha hecho una. El jueves pasado procesión la primera hermandad desde San Juan de Dios. Antes lo hizo una agrupación desde Cuartillos. Este Sábado de Pasión lo hacen una agrupación desde El Portal y cuatro hermandades. Ciertamente este día se ha convertido en los últimos años en uno más de la Semana Santa, aunque la idea del obispado es que pasen todas a los días pasionales, por lo que para 2020 veremos más cofradías llegando a la Catedral.
Montaje de palcos en Jerez, en una imagen reciente. FOTO: MANU GARCÍA¿Son demasiadas hermandades para Jerez? Seguramente sí. Incluso en proporción habitantes-cofradias estamos muy por encima de ciudades como Sevilla o Málaga, además de tener la Carrera Oficial más larga. Estos datos ponen de manifiesto la pujanza cofrade jerezana y el beneficio que, inherentemente, reporta a la ciudad gracias al movimiento de personas que provoca, tanto los propios como de visitantes.
En la parte artística, es de sobra reconocida la riqueza que ponen en la calle las cofradías jerezanas. Para este año no hay ningún estreno notable. Sí se han llevado a cabo restauraciones de imágenes y de piezas bordadas y de orfebrería, además de alguna nueva realización. Destacar de forma sobresaliente que los talleres que más encargos han recibido son de la ciudad. Actualmente están funcionando artesanos de la talla, orfebrería, bordados, dorado y una cerería que suministra a una gran parte de las hermandades locales. Los encargos van creciendo conforme sus trabajos ganan en calidad y notoriedad, talleres que generan empleo, no mucho, pero que con el paso del tiempo tienden a crecer.
Hoy por hoy, en los proveedores artesanos no imperan los sevillanos como antaño, cuando se buscaba la ‘marca’ y la confianza, más que acudir a los que en la ciudad trabajan con buenos precios y sobre todo con calidad. En cuanto a nazarenos, el pasado año, según un cuenteo que lleva a cabo una web cofrade y cuya fiabilidad es alta -al menos el colectivo cofrade lo da por bueno- el pasado año vistieron la túnica 10.038 personas, frente a los 7.097 que lo hicieron en 2009. La progresión es de subida generalizada. En esto influye el factor tiempo y la economía, dependiendo de si la Semana Santa cae a mediados de mes o a finales, por aquello de la nómina.
No obstante, las cofradías se han amoldado a la crisis y lo ingresos han bajado por entregar muchas papeletas de sitio gratuitas. Para vestir la túnica no es impedimento estar desempleado o no tener dinero para pagar lo estipulado, que suelen ser unos 70 euros de media entre la cuota anual de hermano y el sitio en el cortejo, sin contar el coste de la túnica y otros elementos que la acompañan. Hay cofradías que las alquilan o la ceden en préstamo. La fiesta grande de Jerez, con permiso de la Feria del Caballo, ya está en la calle. Solo resta que lo planes de seguridad, el famoso CECOP, y la meteorología pongan de su parte para que la fiesta sea completa.
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