Este 20 de mayo era la fecha prevista para que el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, declarase ante el juzgado por un supuesto delito fiscal que él mismo ha reconocido ante la Agencia Tributaria. Sin embargo, la declaración ha sido suspendida hasta el 24 de junio porque su presunto colaborador mexicano no ha podido ser notificado y tampoco se ha podido tramitar una videconferencia prevista para mañana en los juzgados de Sevilla
No obstante, la jornada ha dejado una de esas escenas que solo pueden ocurrir en España. Alberto G.A., pareja de la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, ha llegado sobre las diez de la mañana a los juzgados de forma discreta para declarar por dos delitos fiscales y uno de falsedad documental, en relación a un supuesto fraude fiscal de 350.951 euros que le atribuye la Fiscalía de Madrid y la Agencia Tributaria.
A pesar de la expectación que había en la puerta del juzgado, ningún medio ha sido capaz de captar a Alberto González. El novio de Ayuso habría cambiado su imagen al llevar el pelo más corto y sin barba, lo que ha hecho que los periodistas que le esperaban no se percataran de su presencia a su llegada.
Lo más curioso ha sido a la salida, cuando los medios ya estaban advertidos. Según han narrado testigos a Europa Press, el investigado se ha puesto una peluca gris en un ascensor para no ser identificado por los medios.
Su declaración se iba a producir días antes de que tenga que ratificar en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la querella que interpuso contra la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, y el fiscal Julián Salto por un delito de revelación de secretos por el comunicado difundido en el que se daba cuenta del cruce de correos entre su abogado y el fiscal relativos al caso de fraude fiscal.
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