Cojeando y pidiendo ayuda, así ha aparecido un lince tras un nuevo atropello en el camino asfaltado de la Dehesa de Abajo, Puebla del Río. El animal fue encontrado por personas que transitaban esa vía y que bajaron a socorrerle.
Este camino asfaltado sirve de acceso desde la venta de El Cruce a la zona agrícola del encauzamiento del Guadiamar y es competencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, según informa Ecologistas en Acción.
El organismo afirma que “no es el primer atropello que se da en esta carretera, con varios linces muertos. Lo que obligó a tomar ciertas medidas de pacificación del tráfico, que se han demostrado insuficientes como demuestra este último atropello”.
La población de linces de esta zona, conocida como pinares de Aznalcázar y Puebla, goza de buena salud, con linces que cruzan la carretera de forma habitual para cazar conejos en el borde de la marisma cultivada al sur de la carretera, refugiándose en la zona de monte al norte de ésta.
“Exigimos una actuación decidida que ponga fin de una vez por todas a este sumidero de linces, procediendo a la elevación de la carretera sobre pilares y mientras se realiza esta obra, imprescindible para garantizar la viabilidad del lince en Doñana, un estricto control de la velocidad mediante radares y medidas disuasorias efectivas que la limiten a 40 km/hora como corresponde a un camino rural que es lo que es”, exigen desde la asociación.
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