“No sabemos nada, nadie nos dice nada”. Juan Jesús del Toro Romero nació en La Barca de la Florida, una Entidad Local Autónoma de Jerez, pero con apenas nueve años se trasladó junto a su familia a las islas Baleares, donde trabajaba como carpintero o como monitor de motos de agua, durante los meses de verano. El 14 de diciembre de 2008, cuando tenía 25 años, viajaba en el ferry que cubre la ruta entre Ibiza y Palma, de donde volvía de montar varios chiringuitos para reunirse con su mujer y con su hijo recién nacido, apenas unas semanas antes.
Más de once años después de su desaparición, su familia sigue sin tener una pista sobre su paradero. La última vez que lo vio Antonio del Toro, uno de sus hermanos, fue el día antes de partir hacia Ibiza, donde iba a realizar unos trabajos. “Estuve tomando un refresco con él y me dijo: id a ver a mi hijo, no os olvidéis”, cuenta a lavozdelsur.es, en el domicilio familiar de La Barca, donde reside la madre de Juan Jesús. Juana Romero escucha la conversación sin ser capaz de articular palabra. Apenas lo hace desde que desapareció su hijo, el menor de seis hermanos.
Un cargador de teléfono, su ropa de trabajo, una cartera con 80 euros y un cheque nominativo de 400 euros que no llegó a cobrar. Esas son las pertenencias de Juan Jesús, Juanito para los amigos, que se encontraron en el ferry en el que fue visto por última vez. “Estuvo hablando con dos marroquíes y con un hombre con el que salió a la borda, pero él volvió dentro y mi hermano no”, relata Antonio, según recogen las imágenes de la cámara de seguridad de la embarcación.
“Llamamos al barco para preguntar por él y nos dijeron que no había nadie con ese nombre y que no estaba su equipaje. Días después fuimos con la guardia judicial al barco y apareció el equipaje ¿Cómo es eso? No lo entiendo”, expresa Antonio, quien relata que fue una hermana, Josefa, quien se percató de la desaparición de Juanito. “Lo llamó y no cogía el teléfono”, recuerda Del Toro.
Los hermanos se reunieron para comenzar la búsqueda de Juanito. Para ello, inundaron la isla con carteles con su foto, acudieron a medios de comunicación, a la Guardia Civil… años después, Juana y Antonio hasta estuvieron en un plató de televisión contando su historia. “Llamamos a un montón de sitios y todo el mundo se lavó las manos”, se queja.
La familia de Juanito señala que lo más “raro” del caso es que “nadie vio nada”. Nunca llegó a Palma, ni se encontró su cuerpo. Antonio, su hermano, cree que aún está vivo. “Me acuerdo mucho de él y a veces veo sus fotos y me dan bajones, pero tengo que seguir con mi vida”, expresa. La madre de Juanito es la que peor sobrelleva la situación. “Desde que desapareció no ha levantado cabeza”, señala Antonio, porque ella no habla durante la entrevista, ni duerme por las noches, pensando en su hijo. Un trago al que tiene que sumar el fallecimiento de su marido, tras un accidente, cuando apenas tenía 38 años.
Juanito era “muy buena gente, muy nervioso, le gustaba mucho el cachondeo y era una persona sana que hacía mucho deporte”. Así lo recuerda su hermano. Y también como un padre primerizo ilusionado, “súper contento”. El pequeño, que ya tiene once años, “es igual que su padre, tiene los mismos nervios”, señala su tío Antonio. De momento, no conoce la historia de la desaparición de Juanito, algo que sabrá “cuando llegue el momento”.
El hijo de Juanito y su madre viven en la zona rural de Jerez. La vivienda que compartían en Palma, completamente amueblada, la vaciaron, y vendieron el coche del barqueño. “Lo dejó todo”, señala su hermano. Las fiestas familiares, desde su desaparición, “no son lo mismo”, añade. El hueco dejado por Juanito es imposible de llenar para una familia que lo recuerda cada día. “A veces piensas en tirar la toalla, pierdes las fuerzas… pero no vamos a parar de buscarlo”, sostiene Antonio, mientras su madre asiente en silencio.
A finales de enero 2009, un mes después de la desaparición de Juanito, la Guardia Civil detuvo al hombre de 32 años que fue visto junto a él en el ferry por su presunta implicación en la desaparición. El individuo en cuestión negó los hechos en sede judicial, en el juzgado de instrucción número 1 de Palma, donde primero negó conocer a Juanito y luego recordó haberlo visto en el barco, tras lo que fue puesto en libertad, al no existir pruebas sobre su supuesta participación en los hechos.
Más de 12.000 alertas activas de personas desaparecidas
La Fundación Europea por las personas desaparecidas QSDglobal, que preside el periodista Paco Lobatón, tiene activa la alerta con los datos de Juan Jesús del Toro Romero, al que describe como un hombre de 1,75 metros de altura, 60 kilos de peso, pelo castaño, ojos marrones, cara alargada y que lleva perilla. Su familia facilita el teléfono 693 049 430 para quien pueda dar alguna pista sobre su paradero. La fundación QSDglobal, durante el mes de diciembre de 2019, difundió 27 alertas de personas desaparecidas, de las que siete permanecen activas. Andalucía, con ocho, es la comunidad con más casos.
El Informe de Personas desaparecidas en España de 2019, elaborado por el Ministerio del Interior, calcula que cada año se interponen casi 30.000 denuncias por desapariciones en el país, mientras que siguen activas 12.330 alertas —a fecha de 31 diciembre de 2018—. Entre los años 2010 y 2018 se han registrado 176.063 denuncias por desapariciones de personas.