El Partido Animalista (Pacma) realiza una aplastante crítica contra las medidas de fomento de la caza llevadas a cabo por la Junta de Andalucía. En un escrito dirigido al consejo de gobierno de la comunidad autónoma, la formación animalista reprocha el vendaval de subvenciones, ayudas y facilidades concedidas a lo que denominan como una "minoría insignificante" de la población andaluza.
"Tan solo el 3% de los andaluces practican la caza de forma legal, si bien se trata de un sector poblacional que goza de privilegios tales como permisos exclusivos para practicar su 'deporte' en pleno estado de alarma, descuentos del 100% en el precio de las tasas por expedición de licencia después de los 65 años, del 50% para menores acumulativo al 50% para cazadores federados, hasta un 85% de descuento en tasa de rehalas, o una sorprendente bonificación del 25% en la tarifa de autorización de apertura de granjas cinegéticas".
La montería y la rehala fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2020; algo muy lejano a las recomendaciones del Intergrupo del Parlamento Europeo sobre Bienestar y Conservación de los Animales en su carta abierta del pasado mes de marzo, en la que los eurodiputados expresaban su preocupación ante el trato que se permite dar a los animales utilizados como herramientas de caza.
A este respecto, Eva Ramos, asesora jurídica del Partido Animalista, explica que "son gobiernos como los de Andalucía los que hacen que sigamos a la cola en bienestar y protección animal y seamos la vergüenza de Europa".
Ramos añade que son "medidas desesperadas" de la administración para fomentar la caza que van a suponer una reducción de millones de euros de ingreso en las arcas públicas y, a su vez, tienen previsto invertir millones de euros de todos los andaluces y andaluzas en el desarrollo de una actividad que no practica el 97% de ellos.
Un gobierno que vive y actúa al margen de la sociedad andaluza
Desde Pacma explican que este Gobierno se ha propuesto introducir la caza en los colegios a través de la asignatura Conocimiento del Medio e, incluso, organizando actividades extraescolares vinculadas a esta práctica para impulsar su visibilización “como un aprovechamiento más de recursos naturales y una herramienta de gestión y equilibrio del medio natural, y de conservación de la biodiversidad».
Desde la Junta advierten a la sociedad en general, y sobre todo la que habita las ciudades medianas y grandes, que de no existir la caza como actividad desarrollada por personas voluntarias, sería preciso tener unos servicios de control de las poblaciones de determinadas especies por parte de las administraciones que conllevaría altos costes de dinero público.
Argumentos irrisorios para la formación animalista, que argumenta que "es sabido que Andalucía está colmada de granjas cinegéticas cuya única finalidad es la de criar a miles de animales para después soltarlos y ser cazados. Negocios que este Gobierno no sólo autoriza sino que fomenta, beneficiándolos fiscalmente".
Además, añaden que habría que investigar cuánto ha costado y sigue costando a los andaluces mantener el servicio de recogida, mantenimiento y sacrificio de los millones de animales abandonados por los cazadores, las acciones para mitigar los efectos de la contaminación por el plomo de sus cartuchos, o los programas de recuperación de las especies que han llevado al borde la extinción.
Casi toda Andalucía es un coto de caza
Más del 80% del territorio andaluz es coto de caza, y esta es una de las razones por las que Pacma explica la marcha de muchas personas que vivían en entornos rurales y han trasladado a las ciudades para huir de actividades como la caza, "para no tener que convivir con cazadores y sufrir cada fin de semana escuchando y/o esquivando tiros".
Más de 7.500 cotos de caza que ocupan casi 7 millones de hectáreas privilegian al 3% de la población que tiene licencia de caza, frente al 97% que se ve privado del derecho recogido en la Constitución a poder disfrutar de un medio ambiente adecuado y de la naturaleza.
"Se trata de una actividad claramente masculinizada y con escaso relevo generacional y que, por tanto, contribuye al envejecimiento poblacional, a las migraciones, a la baja natalidad y densidad, y a las poblaciones estacionales, que son gran parte de los desafíos que debe enfrentar el medio rural", explica Ramos.
Persistencia del Partido Animalista y punto de mira en Andalucía
"Mientras que desde los gobiernos se continúe fomentando y tratando de proteger la caza, seguiremos dando voz a los millones de animales que son abatidos cada año por `'deporte', o bajo justificación de supuestas sobreabundancias declaradas por los mismos gobiernos que autorizan y fomentan su cría en granjas cinegéticas, para su posterior suelta y matanza", expone la formación política.
"Desde Pacma seguiremos siendo parte e impulsando este movimiento imparable de una sociedad más respetuosa, sensible y empática hacia los animales y la naturaleza, y que, en consecuencia, rechaza la caza", concluyen.