Esta semana los andaluces han conocido un nuevo término: 'Morenolandia'. El autor intelectual fue Manuel Gavira, portavoz de Vox en el Parlamento de Andalucía, aunque la definición la pueden compartir otras formaciones. Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, habitualmente lo califica como "la arcadia feliz" mientras que el PSOE suele apuntar al marketing de la Junta de Andalucía para hablar de esto. Hace unos días los socialistas usaban el término "desenmascarar" a Juanma Moreno para mostrar la realidad de Andalucía.
"Morenolandia es eso que dice que Andalucía va muy bien y lidera el paro, que tiene unos magnificos servicios sanitarios y tenemos listas de espera millonarias. Morenolandia es todo lo diferente a la realidad de Andalucía, una tierra que en lo social y económico se mueve en los niveles más bajos. Pobreza, paro, malos servicios sanitarios, exclusión social, una educación que sigue siendo la última. Tenemos un presidente del Gobierno que se esconde tras una sonrisa", prosiguió Gavira.
Entre tantas críticas, el presidente de la Junta puede presumir de algo que no tiene el resto de la oposición. Al menos no en la misma cantidad: votos. La mayoría absoluta del Partido Popular permite a Moreno vivir con cierta tranquilidad la legislatura a pesar de que cosas que denuncia la oposición puedan ser cierta.
Las denuncias de la oposición contrastan con la paz social que existe durante la legislatura. De hecho, el presidente andaluz presume habitualmente de la nomenclatura de la Consejería que dirige Antonio Sanz. En un guiño a los sindicatos, Moreno eligió 'Diálogo Social' como uno de los apellidos para la Consejería de Presidencia. "Creemos tanto que somos la única comunidad que tiene una Consejería que se llama así", repite el presidente de forma constante.
Y la realidad es que salvo en los episodios sanitarios, los sindicatos no han puesto en marcha movilizaciones contra el Gobierno de Juanma Moreno. Una de las claves para esto llegó hace un año con la firma del 'Pacto Social y Económico'. Moreno reunió a Comisiones Obreras, UGT y la Confederación de Empresarios de Andalucía para pactar un paquete de medidas con el que hacer frente a la crisis económicas. En total se comprometieron 9.000 millones de euros.
Sin embargo, doce meses después hay dos velocidades: la de las medidas destinadas a las empresas y la de las medidas destinadas a las familias. De las doce medidas urgentes hay, al menos, cinco que no se han puesto en marcha. Alguna de ellas, como el Bono Carestía, de especial relevancia para las familias en situación de vulnerabilidad.
Ni el Bono Familia, una ayuda directa a las familias vulnerables y por debajo del umbral de la pobreza, ni el Bono Carestía, también destinado a familias con menores a cargo, se han podido socilitar un año después de que se anunciaran como las medidas estrella de este acuerdo. La Junta tenía previsto destinar al primero un total de 118 millones de euros. Para el segundo se habían acordado 12 millones. Además, según ha podido saber lavozdelsur.es, la intención del Gobierno andaluz es que el Bono Carestía lo gestionen los trabajadores de Andalucía Emprende. Alguno de ellos traslada a este medio que aún no han recibido las indicaciones oportunas para poner en marcha esta ayuda.
A estos dos incumplimientos, posiblemente los más urgentes, hay que sumarle la falta de un Plan de Empleo Joven a pesar de ser una de las comunidades con peores datos de paro para los menores de 30 años; el bloqueo de subvenciones para la transformación digital y la competitividad industrial de empresas; y el desarrollo de un Pacto andaluz por la Atención Primaria. Este último punto lleva siendo objeto de polémica durante todo el año ya que el Gobierno andaluz consiguió parar huelgas y protestas realizando ciertos compromisos.
Muchos de ellos no se han llevado a cabo y los sindicatos de la Mesa Sectorial reconocen que las relaciones actualmente con la Consejería de Salud son muy complicadas con una comunicación prácticamente inexistente. Además, el Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral no se está llevando a cabo en tiempo y forma. Por el contrario, las empresas pudieron acogerse a los pocos meses a las ayudas con las que se subvencionaba el aumento del coste de la energía.
Los sindicatos firmantes han mostrado esta misma semana su descontento afirmando que "el diálogo social hace aguas". Los máximos representantes señalaron que no estaban conformes con la forma de ejecutar el pacto. Ese mismo día, Juanma Moreno participaba un acto con los empresarios andaluces en el que apostaba por crear ecosistemas favorables para las empresas.
Tal es la situación que el Consejero de Diálogo Social, Antonio Sanz, ha anunciado una comisión de seguimiento con las partes firmantes para intentar avanzar en el desarrollo del acuerdo que vio la luz hace un año. La Junta cifra el cumplimiento en el 90% pese a las numerosas críticas. Sanz insiste en que se cumplirá el 100%. El PSOE, por su parte, señala que sólo se han cumplido al completo 17 de los 154 compromisos.
La comisión de seguimiento va a "hacer una evaluación conjunta por parte de sindicatos y empresarios del cumplimiento y de los objetivos futuros de cumplimiento", ha comentado Sanz, quien ha añadido que, "con garantías distintas a las que hasta ahora existían, este pacto que se evalúa en 9.000 millones de euros, siendo el mayor escudo social para la sociedad andaluza y para el impulso económico Andalucía".
Los datos socioeconómicos desmienten la 'locomotora' de Juanma Moreno
El presidente de la Junta ha vuelto a presumir en los últimos días del cambio económico que ha experimentado Andalucía desde que el Partido Popular llegó al Palacio de San Telmo. Moreno lo achaca a un cambio de mentalidad en los andaluces y a un nuevo espíritu emprendedor nacido de las políticas liberales del PP. Muestra de ello es que es habitual que el presidente andaluz haga referencia al número de autónomos de la comunidad, superando a Cataluña, o al número de empresas, superando a Madrid.
Pero fuera de esto lo cierto es que la realidad no ha cambiado demasiado. Andalucía sigue siendo la comunidad con más números de parados y mayor tasa de paro. En el último año estos datos han experimentado un descenso, pero nada que no haya ocurrido a nivel nacional. Andalucía sigue por encima de los 700.000 parados.
Más preocupante aún es la Encuesta de Condiciones de Vida que recientemente publicó el Instituto Nacional de Estadísticas. Andalucía apareció como la región con una tasa Arope, indicador que mide la pobreza y exclusión social, más alta de toda España. El número de andaluces en riesgo de pobreza se sitúa en el 30,5%.