Era una noche tan normal para una madre de Zaragoza que comenzaba su trabajo en horario nocturno y dejaba su bebé de solo cuatro meses a cargo de su pareja y padre del bebé. Sin embargo, una noche en la que el menor estaba inquieto, el padre se sobrepasó para hacerlo callar y, desde entonces, el niño ha perdido la visión de un ojo y tiene un retraso psicomotor.
El hombre trabajaba como repartidor de pan en horario de 5.00 a 13.00. Ella trabajaba de noche, 22.00 a 6.00, y las dos horas en las que no podían cuidar al niño, se lo daban a la abuela hasta que llegase su madre. Una noche de mayo de 2022, el padre se encontraba a cargo de bebé cuando este empezó a llorar.
El padre, tal y como cuenta Telecinco, envió varios mensajes a su pareja quejándose de que no paraba el llanto y que no sabía que hacer porque él tenía que descansar. La mujer le aconsejó que lo balancease y le diera un biberón, él respondió que no podía hacer esas cosas ya que tenía que descansar para irse a trabajar en poco tiempo.
A las cuatro y media, le escribió de nuevo a su pareja quejándose de la mala noche que había pasado porque el niño no paraba de llorar y que se había dormido cinco minutos antes de que llegase su abuela. La abuela afirmaba que se encontró al niño dormido en una sábana mojada con agua, con la mirada perdida hacia atrás. Según la misma fuente, la madre llegó a casa y se fijó en que el bebé tenía marcas en la cara, cerca del oído, en la nuca y en la frente y que no enfocaba la mirada.
El bebé fue trasladado la mañana del 20 de mayo de 2022 por su madre al servicio de Urgencias del Hospital Infantil Miguel Servet de la capital aragonesa, donde los profesionales sanitarios apreciaron síntomas compatibles con el síndrome del niño sacudido. La víctima permaneció ingresada diez días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y abandonó el Miguel Servet con el alta hospitalaria el 3 de junio.
El niño desde entonces tiene ceguera en el ojo derecho y una pérdida de visión elevada en el izquierdo, además de un retraso psicomotor y madurativo en relación a niños de su edad.
El síndrome del niño zarandeado es el conjunto de lesiones cerebrales que se producen al sacudir vigorosamente a un bebé. Es relativamente frecuente: se estima que su incidencia en el mundo es de 20-25 casos por cada 100 000 niños menores de dos años. En España, de los 450 000 niños nacidos al año, unos 100 pueden padecer este síndrome.
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