Palomas disfrazadas y atadas a un tablón durante la procesión del día de la Candelaria. Es la curiosa estampa que se ha convertido en polémica durante las fiestas de Alcalá la Real, en Jaén. El Partido Animalista Pacma pide al Ayuntamiento que se respeten tanto la ordenanza municipal de protección animal como la ley autonómica.
Pacma solicita así al Consistorio que "deje a los animales al margen de las fiestas". "Mostramos un profundo respeto por las tradiciones populares, ya sean de carácter lúdico y/o religioso, siempre que estas no impliquen maltrato ni sufrimiento, ni para las personas, ni para los animales”, asegura el partido en su carta dirigida al Ayuntamiento.
"Estos pichones son disfrazados y procesionados, encontrándose durante todo el recorrido, rodeados por una multitud, teniendo que soportar los ruidos, el bullicio, la música, e incluso las explosiones de los artificios pirotécnicos, sin la posibilidad de poder salir volando y huir, que sería su comportamiento natural ante semejante situación, pero que, precisamente, para impedirlo, son atados e inmovilizados, lo que, sin duda, les provocará un alto grado de estrés y sufrimiento", agrega.
Pacma remarca que estos animales son portados por niños y niñas, a los que, “en lugar de educar en el respeto y la empatía hacia los animales”, se está enseñando que “está bien utilizarlos como objetos de entretenimiento, disfrazándolos como a muñecos”. La Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de protección de los animales de Andalucía y la Ordenanza Municipal de Bienestar y Protección Animal de Alcalá la Real, establecen entre las obligaciones de los poseedores de animales cuidarlos y protegerlos de las incomodidades y molestias que otros animales o personas les pueden ocasionar.
Por ello, Pacma ha exigido al Ayuntamiento de Alcalá la Real que haga cumplir la normativa autonómica y local, protegiendo a estos animales. “Las sociedades, los pueblos, evolucionan con el paso de los años, y, con ello, se van dejando atrás las tradiciones crueles con los animales”, concluyen con el objetivo de impedir que la escena se repita en 2024.
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