La cifra asusta: 510 personas han perdido la vida en España la última semana por la ola de calor, según datos registrados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el período comprendido entre el 10 y el 16 de julio.
Entre el viernes y el sábado fallecieron un total de 273 personas por las altas temperaturas que se están registrando en el país. De entre todas las muertes atribuibles a la ola de calor, 321 defunciones corresponden a mayores de 85 años, mientras que 121 fallecimientos han sido de personas entre 75 y 84 años. Otras 44 muertes se han dado entre 65 y 74 años.
La ola de calor de este mes de julio está siendo mucho más mortífera que la sufrida el pasado mes de junio, donde perdieron la vida 370 personas.
En total, sumando las dos olas de calor, el número de fallecidos asciende a 880. Ante un calor excesivo, nuestras funciones vitales pueden verse mermadas y provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador.
El cambio climático está detrás de estas olas de calor que se está alargando en el tiempo. A esto, hay que sumar la desertificación que está sufriendo España por culpa de los incendios que están arrasando medio país. La pérdida de vegetación está contribuyendo al incremento de las temperaturas.