Alberto ahora puede andar por el techo de su invernadero. El suyo es uno del medio centenar que ha derribado el fuerte granizo caído en Sanlúcar este martes. La previsión meteorológica daba dos litros de agua para una jornada en la que cayeron 45 en media hora, y unos 90 litros en las zonas más afectadas, en los llanos de Bonanza y en la Veta la Serrana. Hay unas 1.200 hectáreas perjudicadas.
“Los agricultores somos duros, pero esto va a ser difícil levantarlo”, agrega Alberto Vidal, presidente de la asociación de vecinos de Los Llanos, donde se ubican las fincas más afectadas por las fuertes precipitaciones. “Yo grabé los primeros granizos ilusionado, porque hacía mucho que no pasaba en Sanlúcar, pero nadie se imaginaba que fuera a provocar esto”, confiesa.
En su caso, el invernadero de 3.000 metros cuadrados en el que tenía sembrados melones, está completamente destrozado. El techo está a ras de suelo, hecho jirones, y casi 24 horas después de la granizada, aún conserva enormes placas de hielo, restos de la catástrofe. Es raro el invernadero que se mantiene en pie en una zona donde van evaluando daños.
A un precio de 20 euros por metro cuadrado, que es el coste actual que tiene la construcción de un invernadero en estos momentos, volver a levantar el suyo le cuesta a Alberto unos 60.000 euros, a lo que tiene que sumar las semillas y tratamientos de la tierra. “Entre una cosa y otra, pierdo 100.000 euros”, resume Vidal, que cultiva la tierra junto a su hermano Rafael.
“Esta noche ni he dormido, pensando en esto”, dice Rafael Vidal, quien cuenta que los plásticos del invernadero los pusieron el pasado mes de diciembre. La cuantiosa inversión se vino abajo en apenas unos minutos. “Ahora levantarlo nos cuesta 60.000 euros, y luego sembrarlo…”, insiste, al tiempo que se queja de que en España “el sector primario está muy castigado, no hay buenas políticas agrarias. Aquí se benefician los agricultores de sofá, los grandes de la PAC”.
El abuelo de Rafael y Alberto, de 76 años, nunca había visto una granizada así en Sanlúcar. Sus nietos la han sufrido de lleno. Y no son los únicos. Muy cerca de su finca está la de Jesús Rodríguez, que en los 1.000 metros cuadrados que gestiona, tenía sembradas patatas. Ahora las tendrá que arrancar y tirarlas. Al posarlas en su mano, prácticamente se deshacen.
Entre 8.000 y 10.000 euros invertidos en la plantación de patatas se le han ido a Jesús por el sumidero, a lo que suma las ganancias que pudiera obtener. “Si sacas 60.000 o 70.000 kilos y pagan a 70 céntimos el kilo, calcula lo que voy a perder…”, dice. Más de 40.000 euros seguro. De momento, esperará que pasen unos días para cuantificar mejor los daños.
“El que lleve esto con la familia se hunde”, resume Jesús, quien se queja de que “hace diez años ganaba más que ahora”. Los precios que recibe por sus productos son casi los mismos, pero ahora tiene muchos más gastos. En torno a un 35 o un 40% más que hace un año, debido a la subida de la luz, el combustible, el plástico, las semillas, los fertilizantes… “Una hectárea de papas cuesta producirla 4.000 euros más que hace cuatro o cinco años, eso se nos va del bolsillo”, apunta.
Al lado de Jesús está Juan José Vidal, otro de los agricultores de Sanlúcar que lleva “toda la vida” dedicado al campo. Su abuelo y su padre ya lo fueron, y él recogió en su día el testigo. Es de los que no conoce otro oficio. “Sé que es sufrido, pero me gusta”, agrega. Tan sufrido que en apenas un par de horas se le ha ido el traste la previsión para todo el año.
“Es difícil que salve algo, lo perderé casi todo”, señala. En los 6.000 metros cuadrados de su parcela tiene pimientos y melones. “Aún debo la plantación que acabo de perder, porque voy pagando conforme tengo ganancias. Ahora deberé eso más la que plante…”, cuenta Juan José. Las pérdidas que ha sufrido, no ha querido ni calcularlas aún.
“Podemos hablar de desastre para muchos agricultores”, decía este mismo martes, pocas horas después de la granizada, Miguel Pérez, secretario provincial de COAG, a quien le comentan los agricultores que el espesor de la capa de hielo alcanzaba los 40 centímetros, por lo que el peso del granizo tiró los invernaderos y quemó las cosechas al aire libre.
COAG pide a las Administraciones públicas que se vuelquen en ayudar a los agricultores damnificados por esta catástrofe natural, que va a afectar directamente al empleo, ya que se trata de cultivos sociales del que dependen miles de familias.
Ayuntamiento y Junta revisan los destrozos
El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, pide la declaración de zona catastrófica, un procedimiento que se puede demorar, por lo que también solicita a la Junta que conceda a través del BOJA “ayudas rápidas" a los agricultores para poder reparar pronto sus invernaderos y reiniciar pronto la producción agrícola.
“Si se tarda o no es viable el primer camino es necesario conceder ayudas a través de BOJA, unas ayudas muy necesarias”, asegura Víctor Mora, acompañado en su visita por Juan Manuel Rodríguez, de la cooperativa Frusana, y por el delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta en Cádiz, David Gil, que se compromete a realizar "una radiografía perfecta de los daños”.
Gil asegura que, en la reunión mantenida, “nos han estado poniendo al corriente de la situación, aunque es muy prematuro todavía”. “El granizo sigue en las explotaciones y hay que hacer una valoración estos días”, añade.
“Se ha llegado al acuerdo de que técnicos de cooperativas, de esta delegación territorial y de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) estén en contacto directo para el análisis de esos datos y para ver con ello el impacto del temporal en la agricultura de Sanlúcar de Barrameda”, explica Gil.
IU y Adelante solicitan ayudas para "no dejar a nadie atrás"
“Es fundamental cuantificar, lo antes posible, los daños causados para no dejar a nadie atrás”, dice Carmen Álvarez, diputada provincial de IU y candidata a la Alcaldía de Sanlúcar, que también pide al Gobierno central la declaración de zona catastrófica.
Álvarez recuerda que esta declaración, recogida en la Ley 17/2015 de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, supondrá que “la reparación de los desperfectos materiales y las ayudas a empresas y trabajadores corra a cargo del Estado, lo que supondrá un gran alivio para todos los afectados”.
Si no se puede solicitar la declaración de zona catastrófica, la diputada puntualiza que se debe pedir un decreto de ayudas al Estado para paliar los efectos causados por las fuertes precipitaciones, por lo que muestra su “total disponibilidad y de IU para las personas que necesiten apoyo en estos momentos y mano tendida a la institución municipal por el bien de Sanlúcar y para hacer frente a esta catástrofe”.
Adelante Andalucía, desde el Parlamento andaluz, reclama a la Junta de Andalucía que ponga en marcha una línea de ayudas para atender a los agricultores sanluqueños tras una granizada que es “uno de los efectos del cambio climático”.
El diputado José Ignacio García es partidario de “meter presión" al Gobierno andaluz tras advertir de las "pérdidas millonarias" de los agricultores afectados, por lo que las iniciativas parlamentarias de Adelante se encaminarán ya a registrar preguntas para ver "si entran en las comisiones de la semana que viene".