Los datos del paro que se han conocido este lunes arrojan una paradójica realidad: Andalucía es la única comunidad autónoma en la que el porcentaje de parados ha aumentado de todas las comunidades de España. Desde la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) consideran que esto es "extraño e inconcebible", ya que, como ha señalado su presidente, Miguel Sánchez, "Estamos todos buscando personal para trabajar".
Durante el mes de junio, el número de desempleados en Andalucía ha aumentado en 6.345 personas, una subida del 0,84% que hace que las cifras totales se sitúen en 764.802, según los registros de los servicios de empleo.
Como destaca Sánchez, "en todos los departamentos de la industria turística están buscando empleados, especialmente de cara a la época estival". Asimismo, ha remarcado que "buscamos tanto personas cualificadas como sin cualificar en hostelería, mantenimiento, jardinería o servicios de limpieza".
Uno de estos casos se encuentra en Tarifa, en plena temporada alta de verano el cámping Torre de la Peña está pasando por una situación a la que no están acostumbrados. "En esta época otros años tendríamos una pila de currículums, pero ahora hay muy pocos", cuenta una trabajadora que prefiere mantener el anonimato.
Para ella, hay una explicación a esta situación: "La gente está cobrando sus ayudas y no quieren trabajar". Y es que, como recalca, "entendemos que se están dando ayudas a gente que no las necesita y al final van a pagar justos por pecadores". Como resultado de esto, tanto aquí como en otros muchos empleos se produce una situación de desinterés absoluto con un amplio porcentaje de dimisiones y renuncias. "La gente viene, trabajan dos días y firman la baja voluntaria porque no quieren seguir", explica.
Por otro lado, el turismo no controlado y la competencia desleal también hace mucho daño al sector. "Hay varios autobuses con matrícula holandesa que alquilan literas. Si soy una persona joven que vengo a ganar cuatro duros me interesa más trabajar ahí sin pagar impuestos", cuenta la empleada del cámping tarifeño. En esta localidad y en otras muchas del litoral gaditano buscan personal, pero no consiguen cubrir las vacantes.
Es el caso de negocios hosteleros de municipios como Conil, que aseguran que han tenido que recurrir a rebajar el aforo porque no encuentran personal. "Profesionales no hay, así que para meter a gente sin experiencia y atender mal, preferimos tener menos mesas". Otros negocios confiesan que ya pusieron coto a los horarios imposibles de verano. Cierran en punto y no pillan meses fuera de hora para cumplir con el Estatuto de los Trabajadores y sus limitaciones horarias. "Eso de echar 14 horas en verano se ha acabado", aseguran a este periódico. La solución, por tanto, no tiene otra solución que aumentar salarios y mejorar las condiciones para encontrar candidatos óptimos para los puestos que se ofertan.
Mientras el empleo parece haberse encallado el comienzo del verano —según la Junta es una cuestión puntual, fruto también de que las contrataciones se anticiparon en mayo—, el turismo marca unos niveles de ocupación que se acercan a los previos a la pandemia. No se espera un desbordamiento, pero sí se teme que pueda dificultarse el buen servicio que exigen los turistas. "Nosotros preferimos no mirar más allá del día a día. Veremos lo que pasa", señala la empleada del referido cámping tarifeño.
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