El detenido tras matar a un sacristán y herir gravemente a un cura en Algeciras tenía pendrives con contenido yihadista muy básico, fruto de la reciente radicalización del arrestado.
Los investigadores también tienen constancia de que el detenido tiene antecedentes por problemas psiquiátricos en su país. La Policía Nacional entregó un primer oficio en el que repasaba lo ocurrido y contaba cómo llegó a la iglesia de San Isidro con intenciones que "se desconocen", donde discutió con los presentes, manifestando que la única religión que hay que seguir es la religión islámica.
El magistrado recoge en su auto que se fue de la iglesia "profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconoce", como adelanta El País. Más tarde regresó y los fieles que estaban en el templo escucharon "cómo alguien ubicado en el exterior de la iglesia profiere gritos en árabe".
El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea relaciona la información encontrada en casa del detenido con el salafismo yihadista. En el auto por el que autorizó el citado registro, el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6 considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, y relaciona la acción con el salafismo yihadista al concluir que con ella pretendía "alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, lo que habría podido motivar la actuación criminal".
El relato policial asumido por el juez, señala que el presunto yihadista huyó del lugar y se dirigió a la iglesia de La Palma, ubicado a unos 200 metros del otro templo. Allí se encontró con el sacristán al que posteriormente asesinó cuando este abandonaba el lugar por una puerta trasera.
En ese instante, relata Gadea, el detenido inicia varias acometidas sobre el sacristán, causándole unas primeras lesiones e intentando huir, aunque finalmente es alcanzado en la calle. El juez describe cómo, en ese momento, el presunto agresor da la puñalada mortal a la víctima tras mirar al cielo y gritar palabras en árabe.
Una vez que se encuentra en el centro de esa plaza, añade el magistrado, es alcanzado por el atacante, quien, una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y, alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra 'Allah [Alá]', le asesta una última estocada mortal.
Detenido en 2019
El Consejo de Contingencia de Gibraltar (Gibraltar Contingency Council, GCC) ha confirmado que el detenido por el ataque realizado contra dos iglesias este miércoles en Algeciras fue detenido en agosto de 2019 en Gibraltar tras llegar en una moto acuática y deportado a Marruecos tras estar tres días detenido.
En una nota, ha explicado que la Royal Gibraltar Police lo detuvo el 2 de agosto de 2019 cuando, junto con otras personas, llegó a la costa de Gibraltar en una moto acuática sin la documentación necesaria.
Así, compareció ante el tribunal el 5 de agosto de 2019 y fue deportado a Marruecos el 8 de agosto de 2019, pasando detenido todo el tiempo desde que se le detuvo hasta que se le expulsó de Gibraltar. Los otros tres inmigrantes también fueron deportados en agosto de 2019.
Por otra parte, el Consejo de Contingencia de Gibraltar ha determinado, tras los sucesos de Algeciras, que no existe una amenaza concreta para Gibraltar, por lo que el nivel de amenaza debe mantenerse en Moderado.
Condena de la Comisión Islámica
La Comisión Islámica de Melilla ha condenado "el violento ataque terrorista" sufrido la tarde-noche del miércoles en dos iglesias de Algeciras y que se han saldado con el asesinato del sacristán de la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la Palma, Diego Valencia, y con el sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena herido de gravedad en la Capilla de San Isidro.
A través de un comunicado firmado por su presidente Hassán Laboudi, la federación que aglutina a las asociaciones musulmanas de la ciudad española del norte de África ha manifestado que "se siente profundamente consternada, ante el violento ataque terrorista sufrido en dos iglesias de Algeciras".
Hassán Laboudi ha expresado además que "condenamos en la forma más enérgica" estos hechos y desea "que caiga el peso de la ley, sobre quienes atentan contra la vida y la paz social".
El dirigente musulmán ha destacado que "desde la Comisión Islámica de Melilla nos unimos en el dolor a las familias de quienes fueron víctima de la crueldad y la sinrazón, por lo que le mostramos en estos momentos de profunda tristeza, nuestro más sentido pésame y apoyo".
Además de la federación musulmana, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro (Grupo Mixto), ha expresado "mis sinceras condolencias a los familiares del sacristán asesinado en el terrible ataque de Algeciras" y desea una pronta recuperación de los heridos. "Mi más enérgica condena por este terrible crimen" ha proseguido la primera autoridad melillense, para quien "los actos de odio y la intolerancia no tienen cabida en nuestra sociedad".
En la misma línea, el presidente del principal partido del Gobierno, Mustafa Aberchán (Coalición por Melilla), ha manifestado que "quien pretenda comunicar su fe con violencia debe saber que está lejos del sentimiento más noble de cercanía a su Dios: la paz y el amor a sus criaturas".
Aberchán ha subrayado que "CpM está con los heridos y con los centros de culto donde sufran violencia de los que no desean la fraternidad entre seres humanos".
Por su parte, para el principal partido de la Asamblea de Melilla y de la oposición, el PP, "el crimen de Algeciras es terrible y desgarrador". Para la formación presidida por Juan José Imbroda "la intolerancia y el odio nunca tendrán cabida en nuestra sociedad". Por todo ello, ha expresado "nuestra condena más rotunda y nuestro pésame a la familia del sacristán asesinado y deseo de pronta recuperación a los heridos".