Vecinos de diferentes barrios del distrito Cerro-Amate, en Sevilla, encabezados por la asociación Guadaira y la plataforma Yo lucho por mi barrio, se han concentrado este pasado martes a las puertas del distrito, cansados de los cortes del suministro eléctrico que están teniendo desde hace semanas, meses e incluso décadas en algunos barrios de esta zona de Sevilla. Apagones que se han visto agudizados con la intensa y sofocante ola de calor que se ha sufrido desde finales de la pasada semana.
Los vecinos han exigido al Ayuntamiento de Sevilla que presione a Endesa para que estos cortes de entre 8 y 10 horas acaben en los barrios de gente trabajadora. "No somos los culpables de los enganches, las plantaciones, los transformadores obsoletos y las redes antiguas", denuncian desde la plataforma. "Nosotros pagamos nuestros impuestos y la luz a precio de oro y no se nos está dando un servicio de calidad", han agregado al tiempo que avisan de próximas movilizaciones.
"Los cortes se producían una vez a la semana, pero ahora son prácticamente a diario y en franjas muy prolongadas de tiempo, casi siempre a la misma hora y en áreas muy concretas", ha afirmado la portavoz de la plataforma vecinal Yo lucho por mi barrio, Carmen Cea, a Europa Press.
El acto ha contado con más de medio centenar de vecinos procedentes de Palmete, La Negrilla, La Plata-Sueminencia, Las Águilas, Las Candelarias y Santa Teresa, encabezados por la asociación Guadaíra, con sede en Padre Pío, y la citada plataforma cívica.
"Este problema se agrava aún más si cabe cuando sufrimos las olas de calor y de frío en la ciudad", ha añadido la portavoz de la plataforma, al tiempo que ha señalado que este miércoles acudirán a la Subdelegación del Gobierno para solicitar una reunión "con carácter urgente" en la que "podamos abordar el asunto en cuestión".
Cea ha anunciado que seguirán con las movilizaciones "hasta que nos echen cuenta". "Hemos enviado escritos al Ayuntamiento, al Defensor del Pueblo y a organizaciones de consumidores e incluso nos hemos puesto en contacto con la compañía eléctrica, pero hasta el momento no nos han dado solución a un grave problema".
"Somos los barrios de los colchones en las azoteas. Hemos retrocedido 40 años, cuando no había aire acondicionado, sin olvidar el hecho de que hay familias que han tenido que comprar un alternador de gasolina para mantener funcionando un respirador", ha lamentado.