Hace 22 años desapareció en la Iglesia de San Francisco, en Écija, un cáliz de plata. Desde entonces no se ha sabido nada de él... hasta ahora. La pieza ha sido localizada por la Policía Nacional, más de dos décadas después, a cientos de kilómetros del lugar donde fue visto por última vez. En concreto, el hallazgo se ha producido en Logroño, La Rioja.
Se trata de un cáliz de plata de estilo neogótico con alto valor histórico artístico que fue robado en el año 2002. Según ha informado el Cuerpo en una nota, tras muchos años sin conocer su paradero, "el cáliz fue vendido en marzo del año 2023 por un hombre con numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad en un establecimiento de compra venta de oro de Logroño, levantando las sospechas de los agentes que se desplazaron al mismo para analizarlo detenidamente".
Una vez allí, los agentes observaron algunos indicios de que "el mismo pudiera provenir de un robo, por lo que procedieron a su incautación y conservación en aras a iniciar la investigación acerca de su procedencia". La dificultad de la investigación ha radicado en que el robo, en el que se sustrajeron numerosos objetos litúrgicos, "fue denunciado por el párroco en el año 2002, habiendo pasado muchos años desde su sustracción".
Las pesquisas para averiguar el origen del cáliz han sido múltiples, "teniendo que analizar la información contenida en numerosas diligencias, contactando con algunos de sus denunciantes, dando todas ellas resultado negativo", ha detallado la Policía Nacional.
Tras meses de análisis exhaustivos de numerosos documentos, los agentes lograron "relacionar el cáliz con el robo de la Iglesia de San Francisco de Écija gracias a un reportaje de una fotografía en las que aparecía recuperado parte del material sustraído, si bien el cáliz de plata nunca fue hallado".
De este modo, la Policía ha explicado que "debido a las similares características que presentaba uno de los cálices que aparecen en la fotografía con respecto al que era objeto de investigación, los agentes se ponen en contacto con el párroco de aquella iglesia que confirma que un cáliz de plata, entre otros objetos, nunca fue recuperado".
La participación del párroco de la Iglesia ha sido clave. La Policía le mostró el cáliz incautado al párroco y este lo reconoció "sin género de dudas". Como consecuencia se produjo "la detención de la persona que había realizado la venta del cáliz como autor de un delito de receptación", han puntualizado.
La investigación, ha contado con la colaboración de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Comisaría General de Policía Judicial y la Comisaría de Écija.
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