Seis años ha tardado un agente de la Policía Nacional, imputado por las cargas del referéndum ilegal celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017, en denunciar lo que entiende como un beso "repentino y no consentido" de una manifestante.
En la denuncia que ha presentado ante el Juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, el agente relata que una persona desconocida de unos 60 años le dio un beso en la boca de manera "sorpresiva, inopinada, repentina y no consentida".
El policía considera que el beso es un delito contra la libertad sexual. En su denuncia ha aportado como prueba un vídeo del canal Al Jazeera donde se puede ver el beso de una mujer que, "además del ánimo libidinoso", buscaba –según la denuncia presentada por el agente– desencadenar "una situación de violencia generalizada".
El denunciante indica que su reacción fue de "asco y contención". La denuncia también recoge que los antidisturbios también recibieron "gritos, insultos, agresiones y vejaciones".
La acción en los juzgados del agente llega casualmente después de la querella de la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso.