Un policía que estaba siendo investigado por Asuntos Internos ha fallecido esta madrugada como consecuencia de un tiroteo con agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
El fallecido, al que se le había retirado el arma al encontrarse de baja psicológica, disparó en una gasolinera de la localidad burgalesa de Villagonzalo Pedernales contra los compañeros que intentaban detenerlo.
Los agentes respondieron al ataque y sus disparos alcanzaron la pierna y el pecho de la víctima. Aunque los servicios sanitarios le atendieron con rapidez, el policía falleció tras sufrir una parada cardiaca.
La persecución había comenzado por la mañana, cuando el fallecido había acudido a la comisaría en la que estaba destinado para entregar una documentación relacionada con su baja. Allí, sustrajo el arma de un compañero forzando una taquilla. Cuando se dieron cuenta de este hecho, la Policía Nacional activó su búsqueda en colaboración con la Guardia Civil.
En el primer alto que le dieron, el policía realizó varios disparos y siguió su huida. Ya en la gasolinera fue donde tuvo lugar el segundo tiroteo, que acabó de manera trágica.
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