El cyberflashing es una práctica extendida que alude al acto de enviar fotografías obscenas no soclicitadas a través del móvil, las llamadas fotopollas o cualquier otra escena sexual. Sin haber dado su consentimiento, miles de mujeres han recibido alguna vez esta imagen indeseada que provoca repulsa cuando en ningún momento se han pedido.
Estas pueden ser mandadas a través de AirDrop, por Iphone, o por otras aplicaciones y supone un ejemplo del ciberacoso con el que lidian muchas personas en la actualidad. La Policía Local de Chipiona ha querido mostrar su rechazo a este hecho a su modo.
"A ver , calentitos.. . el "Hola, estudias o trabajas?" es muy antiguo. Sí. Pero.. ¿De verdad crees que la mejor manera de conocer a alguien y llegar a entablar un mínimo de conversación es mandarle una foto por WhatsApp de tu soldado / dedo_sin_uña / pierna_de_en_medio?", expresa.
Los agentes recuerdan que mandar una foto de los genitales sin consentimiento "está fuera de lugar y es denunciable, así que, por favor, dejalo". El objetivo es concienciar para compatir el acoso sexual en línea.
En algunos países como Singapur, Reino Unido, México y Argentina, el cyberflashing ha sido clasificado como delito de “exposición sexual” y se ha incluido en el Código Penal como delito sexual. Por ejemplo, en Gran Bretaña, puede llegar a cumplir una pena de hasta dos años de prisión.
Sin embargo, en España, aunque aún no esté tipificado como delito, "es posible tomar medidas legales contra esta clase de acoso. De hecho, es necesario hacerlo para evitar el aumento de esta práctica en la sociedad", según el abogado José Luis Prieto en un tuit recogido por Hipertextual. Según expone, en caso de ser mayor de edad el afectado, la acción se considera infracción de exhibicionismo del artículo 37.5 de la Ley de Seguridad Ciudadana.