Uno de los policías nacionales implicados en la agresión a un padre y su hija de 14 años en Linares ha sido denunciado por un joven del que supuestamente abusó cuando aún era menor. Hace 8 años, el denunciante conoció a M.F.N., uno de los agentes que protagonizó las agresiones que provocaron protestas en la provincia, antes de iniciar su cambio de sexo.
El denunciante y el agente en cuestión se conocieron cuando el primero tenía 16 años, a través de redes sociales, y mantuvieron relaciones sexuales consentidas en una primera ocasión. En la siguiente, M.F.N. llegó vestido con el uniforme policial. Ese día la esposó y abusó sexualmente de ella, usando la porra reglamentaria para introducírsela por el ano, como publica La Marea.
“Sacó su pistola y se la puso en el pecho y la fue subiendo poco a poco hasta introducírsela en la boca, lo que provocó que aumentara su intenso miedo, que se acrecentó aún más si cabe cuando el presunto agresor le dijo que no se asustara, pues el arma, aunque cargada, tenía el seguro puesto”, recoge la querella presentada por el denunciante.
El agente, como se relata en la querella, pidió al denunciante que se relajara y le introdujo el arma en la vagina, cuando se encontraba esposada. Después de esto, no volvieron a quedar, a pesar de las constantes peticiones del agente. Para el denunciante "no existe otra motivación para el inicio de cualquier acción de carácter judicial que el hecho mismo de que pueda hacerse justicia y de que su caso evite de algún modo que se repitan hechos similares y anime a las víctimas de los mismos a denunciar", como señala la querella.
El denunciante, en un informe psicológico, agrega que tiene secuelas tras aquellos hechos, sintomatología ansioso-depresiva, además de repercusiones a nivel afectivo-sexual de los presuntos abusos sexuales y la posible presencia de un Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Prodecimiento judicial abierto
El Gobierno de España señaló hace unos días que "existe un procedimiento judicial abierto" por la presunta implicación de dos policías nacionales fuera de servicio en una pelea ocurrida el pasado 12 de febrero en la terraza de un bar de Linares, en la que resultaron heridos un vecino y su hija de 14 años. En este sentido, precisa que "se estará a los resultados" de dicho proceso, que se encuentra en fase de instrucción.
Así se recoge en la respuesta a la pregunta escrita planteada por el diputado de Bildu Jon Iñárritu, que publica este lunes el boletín del Congreso de los Diputados. En ella, explica que los funcionarios policiales que participaron en los hechos "se encontraban fuera de servicio, procediéndose a su detención ese mismo día durante la tramitación del atestado policial, siendo puestos a disposición judicial".
"A ninguno le constan antecedentes desfavorables previos. Siguiendo los procedimientos habituales, se les ha incoado un expediente disciplinario y han quedado provisionalmente suspendidos de funciones, con retirada de arma. Sobre los hechos indicados más arriba, existe un procedimiento judicial abierto, por lo que se estará a los resultados del mismo", precisa el Gobierno en su contestación.
Previamente, hace un relato de lo ocurrido y señala que "el día 12 de febrero, sobre las 17.50 horas, se inició una pelea en un establecimiento de hostelería en la calle Espronceda". "Sobre las 18.05 las patrullas comisionadas se hicieron cargo de la situación, solicitando presencia sanitaria por las lesiones que presentaban dos de los implicados en los hechos", añade.
"No obstante, sobre las 20,00 horas comenzaron disturbios por zonas cercanas a la Comisaría, con destrozo de mobiliario urbano y quema de contenedores, así como lanzamiento de piedras y todo tipo de objetos contra las fuerzas de seguridad. Se contabilizan cuatro frentes de actuación en la zona perimetral. Alrededor de las 22,00 horas la actuación policial normalizó la situación.
Posteriormente, el día 14 de febrero, sobre las 20.00 horas "comenzaron a concentrarse grupos de jóvenes en las inmediaciones de la plaza San Juan Bosco, llegando a concurrir unas 200 personas, siendo la gran mayoría de ellos menores de edad". Se produjeron "lanzamientos aislados de piedras y otros objetos contra los agentes", pero, "gracias al despliegue y a la presencia policial se disolvieron los congregados, finalizando los incidentes sobre las 22.00 horas".