Hace menos de un mes, el pueblo madrileño de Morata de Tajuña quedaba en shock tras el hallazgo macabro en una vivienda en la que aparecieron calcinados los cuerpos de tres hermanos, dos mujeres y un hombre de entre 68 y 72 años.
La espeluznante historia tenía de fondo unos ingredientes propios de película de terror. Las hermanas habían vivido años engañadas por unos supuestos militares norteamericanos. Una presunta historia de amor que no era más que una estafa que había llevado a estas hermanas a pagar más de 40.000 euros a uno de los enamorados.
Aunque algunas hipótesis apuntaban al presunto militar americano, el 22 de enero, Dilawar Hussein, un hombre de 42 años y nacionalidad paquistaní, confesó en dependencias de la Guardia Civil que había matado a los tres hermanos el 17 de diciembre, un mes antes de que fueran encontrados los cuerpos en proceso de descomposición.
A esos asesinatos, este individuo ha podido sumar uno más, ya que esta noche ha matado presuntamente a su compañero de celda en la prisión madrileña de Estremera, según ha informado EFE. Hussein, con orden de acompañamiento, ha podido asesinar al denominado preso sombra con el compartía celda.