Un pequeño chihuahua de apenas tres meses ha captado la atención de todas las miradas. Nadie se resiste a los encantos de Pucho, que explora los rincones del salón mientras Muna, una perra de tres años y medio -cruce de mastín- chupa una galleta.
Estos peludos, además de convivir, forman parte de los programas educativos que sus dueños ofrecen desde un centro ubicado en el polígono Tres Caminos en Puerto Real. Un espacio dedicado a la educación canina con clínica veterinaria y tienda de alimentación y accesorios al que hace cinco años Rubén Izquierdo y Marta Martín bautizaron Damkotas. Un nombre que homenajea a Dam, el primer perro que tuvieron juntos, unido a la palabra mascotas.
A finales de 2021, la pareja apostó por crear un espacio pionero en España con el que buscan ayudar a los perros a aprender las reglas básicas de convivencia con los humanos. Así, en el lugar donde gestionaban una peluquería canina, montaron un hogar educativo para perros. Un piso al que no le faltan detalles.
“No íbamos buscando crear algo novedoso, solo estábamos pensando soluciones para poder trabajar los problemas que se me presentaban como profesional y, cuando empezamos a darle forma, nos dimos cuenta de que no había nada así”, comenta Rubén, educador canino de 36 años nacido en Ávila, pero “criado en todos lados”.
Con 14 años, por motivos laborales de su padre, se mudó al sur y cuando cumplió los veintitantos decidió formarse profesionalmente en Sevilla. “Los perros me gustan desde que tengo uso de razón, me picó el gusanillo con 10 años cuando fui a ver una exhibición de perros entrenados para las operaciones antidrogas”, recuerda.
Gracias a la motivación de su pareja y a su inquietud por los compañeros peludos, se dedica a su pasión. Esa que desarrolla en un domicilio simulado con sofá, cama y cocina. “Hemos montado aquí tu casa para poder trabajar los problemas más comunes que se presentan en el hogar”, comenta Marta mientras acaricia a Muna.
“Queremos intentar evitar que los perros terminen abandonados”
Para ellos, educar a los perros es fundamental para lograr el bienestar tanto de los animales como de los propietarios en su chalé, su apartamento o su piso. “Nuestra idea, sobre todo, es intentar evitar que, por problemas sencillos de resolver, terminen en la calle abandonados”, explica Rubén satisfecho de que en más de una ocasión haya podido ayudar a familias que se planteaban deshacerse de ellos.
A veces, los caninos se comportan de forma indeseada dando lugar a situaciones que la pareja enseña a controlar. Con frecuencia, a Damkotas se acercan personas preocupadas por que sus perros destrozan el mobiliario, ladran más de la cuenta causando molestia a los vecinos o abren el cubo de basura e ingieren los restos. “Si muerde o se come cualquier cosa, al final ocasiona problemas de salud para el animal”, añade Marta que también destaca los tirones de correa.
“Puede ser que lo hagan porque no sepan gestionar los estímulos de la calle o les de miedo el ruido del autobús o los petardos”, señala.
Para acabar con las conductas rebeldes y conseguir que las mascotas ganen seguridad, Rubén y Marta proponen que la educación comience desde que son cachorros. “Vienen muchos perros con problemas relacionados con una mala sociabilización temprana. Si educamos a los propietarios para que sepan educar a sus cachorros, el día de mañana, la gran mayoría de los problemas por los que nos llaman, no van a aparecer”, explica el educador canino que aplica sus conocimientos con Pucho.
El cachorro lame su mano y juega con los cordones de los zapatos. “Es muy importante la educación temprana, ponerles ciertas limitaciones y enseñarles a vivir con personas”, dice.
Durante las sesiones -sueltas o en cursos-, Rubén aporta nociones básicas “sencillas” para que los perros se comporten como es debido. Y, aunque utiliza técnicas de adiestramiento para ayudar a los clientes, señala que ambos términos son diferentes. Mientras el primero se encarga de que los animales de compañía “se puedan relacionar con la sociedad”, el segundo tiene finalidades profesionales o deportivas como los campeonatos de Agility.
Él se decanta por basarse en las herramientas tanto de métodos tradicionales como novedosos. Según cuenta a lavozdelsur.es, “siempre intentamos crear un buen vínculo con el perro, a los cachorros no es necesario estar castigándoles constantemente”.
“Es muy importante la educación temprana”
En el centro buscan “premiar las conductas que queremos que desarrollen e ignorar las que no”. Sin embargo, la forma de trabajo cambia a partir de los cinco meses. “Es entonces cuando empezamos a corregir de manera suave, intentamos no llegar a utilizar castigos directos”, dice Rubén.
Muna y Pucho están a gusto. En ellos se observa ese vínculo que mencionan sus dueños. Ese que hace que les entiendan y confíen en ellos. “Es fundamental para que les guíes”. El otro aliado es la paciencia.