Dos se llaman Antonio. También estaban Raúl y Pablo. Son los cuatro despedidos de la empresa auxiliar Mecamansol. Este sábado, en un acto electoral de Adelante Andalucía en el colegio Santa Teresa de Cádiz dieron su versión de un episodio que amenaza con recuperar la tensión y las barricadas de noviembre de 2021.
La salida de la contrata de Navantia de estos cuatro empleados provocó protestas en la última semana de junio. El conflicto creció hasta provocar un enfrentamiento abierto con denuncias cruzadas, decenas de despidos más, convocatoria de huelga -ya desactivada- y la posible pérdida de contratos en los diques de Cádiz.
En la disputa, por un lado, la empresa pública, la patronal del sector y los sindicatos UGT y CC OO. Por el otro, la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) y sindicatos de clase como CGT.
La huelga ha quedado desmontada pero las quejas cruzadas quedan abiertas. La situación queda al descubierto. Las empresas acusan a los manifestantes, siempre con la palabra “radical” por delante, de paralizar y desprestigiar la industrial naval en la Bahía. Los sublevados señalan a los grandes sindicatos, a la patronal y a Navantia de permitir despidos como represalia, incumplir sistemáticamente el convenio colectivo y mantener malas condiciones de trabajo.
Represalias como el origen del conflicto
Antonio hizo de portavoz y ante el micrófono explicó la opinión de las cuatro personas con las que comenzó todo. “Trabajábamos para una empresa adherida a Navantia. De buenas primeras, esa empresa, Mecamansol, pierde un juicio contra otros trabajadores. Como represalia, rompe el contrato. De patitas en la calle. Sin derecho ni a opinar, ni hablar”, resumía el representante.
"Simplemente nos manifestábamos, sin daño, para que la gente sepa la precariedad que hay"
La faena que tenían encargada "sigue estando pendiente, no depende de barcos que entren, porque es mantenimiento de los diques". Afirma que ese despido era el único motivo inicial de que se hayan “manifestado en la puerta de Navantia sin causar ningún daño".
Su situación, la de los cuatro de Mecamansol, dio paso a otro escenario al inicio de este mes de julio: "Lo que pasa que luego hubo otros despidos, además de muchos compañeros que creen que no se cumple el convenio. Por eso se unieron a las protestas”, detallaba Antonio para explicar que los manifestantes llegaran hasta el medio millar.
"No pagan el plus de toxicidad, ni el de altura, ni nada. No pagan lo que tienen que pagar"
Una vez vividos los despidos en represalia, la suspensión de contratos, las acusaciones cruzadas y la convocatoria de huelga, ya suspendida, Antonio recordaba que “simplemente nos estábamos manifestando para que todo el mundo sepa la precariedad laboral que hay en los astilleros de Cádiz. Mucha gente no lo sabe pero ahí el convenio ni se asoma, no se acercan a pagar lo que tienen que pagar. No pagan ni el plus de toxicidad, ni el de altura ni nada. Y Navantia no vigila, que debería de vigilar".
La tanqueta sigue ahí
José María González Kichi, hizo suya esta denuncia en el mismo acto electoral y secundó a los cuatro trabajadores: "Exigimos carga de trabajo sostenible y sostenida. Exigimos que se cumplan los convenios de la industria auxiliar. Exigimos que se forme adecuadamente en función de la carga, que se vaya más allá de escuchar a la patronal. A los compañeros los llaman violentos, llaman pirómanos, alborotadores y les echan la culpa de que se pierda empleo en la Bahía".
Teresa Rodríguez, en el mismo mitin, en la noche de este sábado junto a La Caleta, reivindicó "la dignidad en empleo precario en el metal" y lamentó que cuando se reclama con protestas la respuesta de patronal y Gobierno sea "mandar antidisturbios y tanquetas y planes de empleo. Ni inversión productiva, ni inspectores de trabajo, ni asumir por parte de Navantia la responsabilidad del convenio. Se están pagando 9 euros la hora cuando el convenio fija 19 y trabajando 14 horas diarias", detalló la ex parlamentaria autonómica.
La Coordinadora de Trabajadores desconvoca la huelga, pero "reforzará las denuncias por los incumplimientos"
La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) ha recordado en un comunicado, este domingo, que "su función" en el conflicto creciente iniciado a finales de junio en los astilleros de Navantia Cádiz "fue dar cobertura legal a los trabajadores, ante unas reivindicaciones justas y corroboradas por la inspección de trabajo y que llevan ocurriendo años. La misma función ha sido ejercida por CGT. Por este motivo, ambos sindicatos convocamos, a petición de los trabajadores, huelga para el lunes".
Esta huelga ha sido desconvocada y CTM achaca este cambio a "la desmovilización por parte de UGT y CC OO" con un comunicado "histórico por vergonzoso, firmado conjuntamente con el comité de empresa y la dirección de Navantia". Además, este colectivo denuncia un "cambio total de escenario, ya que la mayoría de los trabajadores ante los que se cometen los incumplimientos denunciados han sido despedidos. Ellos nos han pedido que se desconvoque la huelga ya que difícilmente pueden secundarla si están en el paro".
La desconvocatoria de huelga no impide que "reforzaremos nuestra campaña de denuncias de manera exponencial y estudiemos, a través de nuestros gabinetes jurídicos, la manera de denunciar pública y judicialmente, tanto a las empresas como a los comités que miran para otro lado ante los continuos y descarados incumplimientos, corroborados por la inspección de trabajo. Desgraciadamente, UGT y CC OO, abonan el discurso de la patronal y prefieren que los trabajadores agachen la cabeza. Nosotros no permitiremos que esto ocurra".