"Burger King, que sepas, que estamos con Rebeca". El grito volvió a oírse alto y claro el pasado viernes en uno de los restaurantes de la cadena de comida rápida Burger King. Esta vez la concentración tuvo lugar, en horario de máxima audiencia –entre las 21 y las 22.00 horas, cuando más clientes acuden—, a las puertas de uno de los locales de Sanlúcar de Barrameda, donde recientemente han inaugurado un nuevo establecimiento.
En la movilización, organizada por Sindicalistas de Base —organización mayoritaria en el comité de empresa de la cadena en Cádiz—, estuvo presente la portavoz municipal y diputada provincial de IU, Carmen Álvarez, y de nuevo se recordó la situación que atraviesa Rebeca, la joven gerente del Burger King de la zona de Los Pastores, en Algeciras, que va a cumplir dos meses suspendida de empleo y sueldo tras demandar a la empresa ante su negativa a otorgarle un plan de conciliación. "Así trata esta empresa a las madres y padres...", gritaba, megáfono en mano, José Luis Ferral, presidente del comité de empresa en la provincia, una donde más caja hace Burger King de toda España.
Mientras el fondo de capital riesgo Cinven ha anunciado hace unas semanas que adquiere una participación mayoritaria de Restaurant Brand Iberia, la compañía propietaria de la marca Burger King en España, en una operación de unos 1.000 millones, la mayor acometida en el sector de la restauración en España, a Rebeca le suspendieron de empleo y sueldo durante 60 días por querer conciliar su vida profesional y familiar. Pero no solo es eso. La situación de las trabajadores y trabajadores de Burger King es muy precaria.
"Estamos reclamando que la empresa, sistemáticamente, mes tras mes, viene con las nóminas mal, no nos paga las vacaciones, ni las horas complementarias, han borrado la figura del fijo discontinuo... A la gente que pide conciliaciones tampoco se las dan y a quienes las piden, como el caso de nuestra compañera Rebeca, por ser gerente, la sancionan de empleo y sueldo inventándose mentiras y falacias, y así lleva dos meses. Lo próximo, intentarán cargársela, como hacen sistemáticamente en toda la provincia, han despedido a cinco o seis personas ya", ha denunciado Ferral.
En este contexto, solo queda seguir con las protestas y seguir denunciando ante la opinión pública las malas artes laborales que sigue el gigante de las hamburgueserías. "Tras un fondo de inversión que ha comprado la franquicia por 1.000 millones todo sigue igual, por lo que seguiremos denunciando en la Inspección de Trabajo hasta que nos echen cuenta", advierten desde el comité de empresa.