Albal, un pueblo valenciano, se ha convertido en pionero a la hora de multar a los puteros. Tras salir adelante esta semana en el Congreso la propuesta de Ley para prohibir el proxenetismo, la citada localidad ya tiene en marcha una serie de normativas para castigar económicamente a aquellos hombres que recurren a los servicios de prostitutas.
Las multas iniciales, aprobadas en septiembre de 2021, eran de 800 euros, pero el ayuntamiento presidido por el alcalde socialista Ramón Mari ha decidido subir la cuantía de las sanciones, que será de 3.000 euros.
Desde el consistorio se ha reforzado incluso la plantilla de la Policía Municipal para controlar las posibles infracciones. Hasta el momento han sido multados 28 hombres.
Curioso es el caso de un cliente que acudió a la Policía para denunciar que una prostituta le había cobrado a pesar de no prestarle el servicio. Teniendo en cuenta las ordenanzas municipales, este hombre pasó de querer denunciar a ser denunciado siguiendo la normativa municipal vigente en materia de prostitución.
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