Hace diez años se produjo un fenómeno en las costas de Cádiz similar al registrado en la jornada de este pasado día 13, apreciado fundamentalmente en la popular playa de Valdelagrana de El Puerto de Santa María, aunque también fue observado en la desembocadura del Guadalquivir e incluso en Conil. La web radar cazatormentas.com, que siempre aporta información seria y elaborada sobre el clima, recordaba que el martes 21 de agosto de 2012 “comenzó a observarse en las playas del litoral de Cádiz una atípica acción dinámica del mar consistente en un ostensible aumento del oleaje, de las corrientes y de los niveles de marea que sorprendió a los bañistas, a los servicios de playas y al resto de servicios de emergencias”.
Entre el 21 y el 22 de agosto de aquel año se tuvieron que realizar “numerosas actuaciones de rescate y salvamento acuático de bañistas que se vieron arrastrados aguas adentro por efecto de las corrientes, sin que estos pudieran salir a la orilla por sus propios medios. Este fenómeno fue sentido con diverso impacto a lo largo de la franja costera entre las localidades de Sanlúcar de Barrameda y Tarifa, no pareciendo percibirse en las áreas costeras más allá de la mitad sur del litoral tarifeño y del Estrecho de Gibraltar”.
Existe incluso un completo informe sobre la “génesis y efectos de la resaca marina del 21 de agosto de 2012 en las costas de Cádiz” presentado ante el IAEM (International Association of Emergency Managers) por el Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD). Este informe es producto de un detallado estudio de campo contrastado posteriormente con un riguroso análisis científico-técnico, en el que han trabajado conjuntamente técnicos de Protección Civil, gestores de emergencias, investigadores de las Universidades de Cantabria y Cádiz, y expertos del Área de Medio Físico de Puertos del Estado.
El IERD es una organización profesional de carácter no gubernamental e independiente, constituida en 2014 como sociedad científica centrada en “la investigación y en la difusión del conocimiento que la humanidad posee sobre los peligros a los que está expuesta o que la propia conducta social y el desarrollo tecnológico han generado”.
Hace diez años los meteorólogos seguían atentamente la evolución del huracán Gordon, que se dirigía hacia las islas Azores y los pronósticos de rumbo lo llevaban, posteriormente, hacia la Península Ibérica. “Finalmente, murió frente a las costas portuguesas; pero aunque no llegó a impactar en nuestro país, sus efectos sí que se sintieron en las costas de Cádiz”, recuerdan los responsables de cazatormentas.
Sin explicación
Pero hasta el momento, salvo un voluntarioso comunicado oficial del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, no hay una explicación oficial ni científica a la fuerte subida de la marea de este 13 de agosto, salvo las que se encuentran en las redes sociales por parte de los usuarios, que han convertido el suceso en una de las noticias del verano. Por ejemplo, ¿pudo ser una rissaga?
Según la Aemet, la “rissaga” son variaciones transitorias del nivel del mar de carácter extraordinario, que pueden alcanzar los dos metros de amplitud en pocos minutos, en algunas calas y puertos de las islas Baleares. ¿Podría calificarse como una rissaga al suceso vivido el pasado día 13 en algunas playas gaditanas?: Es posible.
“El caso más conocido y estudiado es el del puerto de Ciutadella (Menorca). En una primera instancia, un descenso rápido del nivel del agua en el puerto provoca que llegue a quedar vacío en pocos minutos en la parte menos profunda, generando graves problemas principalmente en las embarcaciones. Pasados unos minutos el agua vuelve repentinamente al puerto y las embarcaciones sufren daños al golpearse entre sí o contra los muelles. En las rissagas más comunes, las oscilaciones del nivel del mar son de 60 a 120 centímetros, con períodos de 10 minutos, pero se han llegado a alcanzar oscilaciones de hasta 4 metros”.
Lamentablemente medios solventes como Antena 3 o Nius diario se apresuraron en calificar la subida de la marea como “un mini-tsunami”, lo que provocó la alarma y que otros medios como La Vanguardia llegaran a afirmar alegremente que “una ola arrasa la playa de Valdelagrana”. Las redes sociales oscilaban entre el cachondeo y algunas aportaciones serias. Para colmo la información de un terremoto en el Golfo de Cádiz acrecentó el debate. Si Matías Prats lo contó es porque así se lo preparó el redactor de turno y el tema se disparó. Los vídeos se viralizaron.
Comunicado del Ayuntamiento de El Puerto
“Ante la noticia aparecida en Nius indicando que hay un mini -tsunami en la playa de Valdelagrana y de la que se han hecho eco los informativos nacionales causando una alerta en la población, desde el Ayuntamiento de El Puerto, tras haber cotejado la información con los servicios de Protección Civil y Policía Local, informamos de que este sábado 13 de agosto es el coeficiente más alto de mareas, tanto en pleamar como en bajamar, y así viene fijado en el calendario de mareas anual.
Que haya coincidido con la luna llena puede haber provocado también una mayor subida del coeficiente, pero bajo ningún concepto puede ser considerado un mini tsunami, ya que de haber sido así hubiera afectado a toda la Bahía y a la costa. Por tanto, reiteramos para tranquilidad de todos los portuenses y visitantes que están disfrutando de las vacaciones de verano en nuestra ciudad que lo ocurrido esta tarde en la playa de Valdelagrana es únicamente una marea alta, que con la luna llena suelen ser las de mayor coeficiente. De hecho, ni Protección Civil ni el equipo de socorrismo ha llegado a activar el protocolo con el 112”.
La jornada del sábado, 13 de agosto de 2022, según cazatormentas, estuvo muy agitada en lo meteorológico, con la sucesión de diferentes fenómenos meteorológicos adversos. “Todos ellos, muy relacionados con este tórrido verano que estamos sufriendo: reventones cálidos, secos, y calor extremo. Se podría decir directamente que, en algunas zonas, la ola de calor lleva presente más de un mes”.
Sensores
“Puertos del Estado dispone de tres mareógrafos o sensores de nivel del mar de la red Redmar, próximos a la zona de costa en que se produjeron las incidencias. Instalados en los puertos de Huelva, Sevilla (Bonanza) y Tarifa, miden el nivel del mar, la onda larga y la agitación (oleaje en el interior del puerto). Los datos de nivel del mar se transmiten cada minuto a Puertos del Estado donde se integran y visualizan en su página web así como en un sistema de alertas tanto de nivel del mar como de onda larga. Se entiende aquí por onda larga cualquier oscilación del nivel del mar anómala y de período de varios minutos, que puede ser generada por oleaje, cambios en la presión atmosférica, tsunamis, etc” se señala en el informe.
Además, Puertos del Estado dispone de un sistema operativo del nivel del mar (Nivmar), que incluye tanto la marea astronómica (periódica y relacionada con las posiciones relativas de Sol, Luna y Tierra) como la a veces llamada marea meteorológica o residuo, no periódica y debida al efecto combinado de la presión atmosférica y el viento. El horizonte de previsión es de 72 horas y los campos de presión y viento provienen de Aemet. Tanto los sensores Redmar como el sistema de previsión estuvieron operativos durante los días 21 y 22 de agosto.
Peor lo tienen en Estados Unidos, ya que las condiciones atmosféricas y oceánicas aún son favorables para derivar en una temporada atlántica de huracanes 2022 más activa de lo normal. “Son las conclusiones a las que se llega en la actualización anual de mitad de temporada de la NOAA. Fue emitida el pasado 4 de agosto por el Centro de Predicción del Clima, una división del Servicio Meteorológico Nacional de los USA”.
“Estamos entrando en los meses pico de desarrollo de huracanes de agosto a octubre, y anticipamos que hay más ciclones en camino”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, Ph.D. “NOAA está lista para entregar pronósticos y advertencias oportunos y precisos para ayudar a las comunidades a prepararse antes de que los ciclones se aproximan”.
Hasta ahora, la temporada ha visto tres ciclones con nombre y ningún huracán en la cuenca del Atlántico. Una temporada de huracanes promedio produce 14 ciclones con nombre, de los cuales siete se convierten en huracanes, incluidos tres huracanes importantes.
El Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD) recomendó en 2013 en su informe a los servicios de emergencias de la costa atlántica española “estar atentos desde su más incipiente gestación a la evolución de los ciclones tropicales del Atlántico ―especialmente los que se forman o reorganizan en torno al paralelo 30º N― que pudieran enfilar hacia la Península Ibérica”.
“Para terminar, es importante reiterar, sin que esto pueda ser calificado de alarmismo, que existe la posibilidad real de que un evento de estas características se llegue a repetir en las costas españolas, por lo que es deseable que las autoridades planteen en un futuro un sistema operacional de alerta temprana de fenómenos costeros, que logre predecir los efectos de este tipo de mar de fondo, su duración, magnitud y efectos en costa, a fin de poder establecer los planes de seguridad, aviso a la población y contingencia” señalaba hace diez años el IERD.