Una mesa llena de chucherías, batidos y dulces que pronto serán devorados. En un adorno enorme con forma de balón de fútbol se lee: “Feliz cumple Rafita”. Hay numerosas bolsas con regalos, globos y muchos niños y niñas revoloteando. Todo está listo en el complejo deportivo Puerto ElCano, en Cádiz, para celebrar por todo lo alto la fiesta que este pequeño de San Fernando nunca disfrutó.
Nadie quiso acompañar a Rafael Morales, de 10 años recién cumplidos, el 26 de enero, un hecho que conmovió a muchas personas que este jueves no han querido perderse la gran sorpresa preparada. “Llevamos aquí desde por la mañana montando todo”, comenta Jesús Arregui, entrenador de prebenjamín del club Lagunense. Su equipo, junto al Ciudad de Cádiz Gaditana, Fermín Salvochea y Mentidero decidieron organizar la fiesta que el pequeño merecía.
Crearon un grupo de WhatsApp y comenzaron con una iniciativa a la que se han sumado personas voluntarias como Nero, empresario hostelero, o una panadería de La Laguna. No han podido mirar para otro lado y han empleado su tiempo y su esfuerzo con un único deseo, sacar una sonrisa a Rafita.
“Nos mueve que un chiquillo no celebre su cumpleaños. Tengo un hijo de ocho años y me pongo en el pellejo de su madre, que ha preparado todo con cariño. Que llegue ese momento y soples las velas solo tiene que ser muy duro, no solo para los padres”, expresa Jesús a lavozdelsur.es.
Ninguna de las manos que han ayudado a que el evento se hiciera realidad conocía a la familia, algunos presentes nunca habían visto sus rostros. Pero no han dudado en participar y entregarse a la causa. El sol va escondiéndose mientras que las instalaciones se van llenando de niños y niñas de los clubes solidarios y de otros vecinos y vecinas.
Los nervios están a flor de piel. “Que viene Rafita”, grita un pequeño. Inquietos, miran a la entrada y forman un pasillo. Palmas, móviles en mano… Unas 40 personas están pendientes de la esperada llegada del protagonista de la tarde. “Voy a llorar”, exclama una madre ansiosa por ver la reacción del pequeño. Están impacientes, deseando de verle.
Dos minutos después, aparece Rafita ataviado con una camiseta del Real Madrid. Cruza entre dos torretas de globos y se queda parado, estupefacto, ante la mirada de todos, que se arrancan a cantar el cumpleaños feliz. Su cara es un poema. Se muestra aturdido ante el despliegue que acontece ante sus ojos, abiertos como platos. Está desconcertado. Él creía que venía de espectador, a ver un partido de fútbol de un vecino y, para nada, se imaginaba que tanta gente estuviera esperándole.
“Cuando he entrado me he quedado super en shock”, cuenta Rafita dándole un mordisco a una bolita de chocolate unos minutos después de haber asimilado la escena. Su madre le puso una chaqueta en los ojos y le guio al complejo deportivo donde cortó con una tijera una cinta. Después, “todo el mundo me ha chocado la mano y yo a ellos”.
Una marea de niños se aglomeró en torno al cumpleañero, que en cuanto vio el stand repleto de regalos se quedó con la boca abierta. Emocionado, ha abierto estos detalles que los clubes han comprado para él arropado por los cantos de los asistentes. “Ese Rafa, oe, ese Rafa oe”, coreaban para después seguir con el mítico “que lo abra, que lo abra”.
Galería de fotos | El cumpleaños que Rafita nunca olvidará
El Cádiz CF también ha querido felicitar al niño y le ha hecho entrega de un balón firmado por los jugadores, que grabaron un vídeo. Rafita, exhausto, atendía y saludaba a todos y todas, acompañado de su hermana pequeña, que no se separaba de él, y de su tía y su madre, Laura Cerén, cuyo rostro lo decía todo. De su boca salían palabras de agradecimiento ante esta impresionante acogida.
Las cámaras de televisión seguían al pequeño, estrella por un día, mientras otros niños se zampaban los donuts, magdalenas y croissants de la mesa.
Con los estómagos llenos, se han dirigido a una de las pistas de fútbol para jugar un partido arbitrado por Pepe Caucelo, que se movilizó cuando conoció el caso. Un rato deportivo que han podido disfrutar gracias al gesto de los clubes Mentidero y Lagunense. “Nos pusimos de acuerdo para no entrenar y poner la pista a su disposición”, cuenta Jesús. En el círculo central del campo, los jugadores infantiles le han vuelto a cantar y le han abrazado. Muestras de cariño para hacerle sentir bien, apoyarle y “que pueda olvidarse del mal rato”.
“Estoy muy agradecido con toda la gente que hay aquí”, dice Rafita, ahora más tranquilo tras el aluvión. “Me has engañado”, le dice a su madre, que ríe sin parar. Laura le da un beso a su hijo en la frente. Hoy es un día especial que esta familia nunca olvidará. “No tengo palabras”, dice. La música sigue sonando y los pequeños corren como si no hubiera un mañana.
“Mi madre me va a apuntar a fútbol, ¿a que si, mami?”. Rafita rebosa de alegría. No está solo.
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