Cuando descolgó el teléfono y oyó una voz aguda, Raquel tuvo claro quien estaba al otro lado de la línea, a pesar de estar oculto el número. La conversación le resultó familiar: era el hombre que lleva varios años acosándola por redes sociales. Esta vez, dio un paso más y la llamó por teléfono. Todavía no sabe quién es y eso le da "mucho miedo". "Me asusté porque no es una cuenta que pueda bloquear, son niveles de acoso diferentes", expresa.
Raquel no se llama así, pero prefiere no dar su nombre verdadero hasta que no se resuelva el asunto. Desde 2018 viene sufriendo ciberacoso, a través de Instagram, por parte de un hombre que unas veces se identifica como Alberto, otras como Jaime y otras como Fernando. Va creando perfiles falsos para hacerle una y otra vez las mismas preguntas.
"¿Pantalones pitillo o anchos? ¿Top o camisa? ¿Braga o tanga?", son algunas de las preguntas recurrentes que el ciberacosador de Raquel le formula con sus distintos perfiles falsos. Pero va más allá, ya que también la interroga sobre sus gustos sexuales. Le dice que tiene "mala memoria" por no acordarse de él, o que es su ex, y que cuando hacían el amor no le ponía "tantos problemas".
Una situación que está afectando a Raquel en su día a día, una veinteañera que no sabe qué hacer para quitarse de encima a su ciberacosador. Por eso, cuando la llamó a su teléfono móvil, decidió denunciar, aunque la primera ocasión que acudió a la comisaría de Policía Nacional, en Jerez, poco menos que le quitaron las ganas de formular denuncia.
"Fui sola y estaba muy nerviosa", confiesa, por eso cuando un agente le dijo que con lo que le había contado, la denuncia no iría "a ningún lado", se fue de comisaría sin ponerla. Al día siguiente acudió con una amiga, y esta vez más calmada y con la experiencia anterior, denunció. "Era grave y quizás no pude expresarme bien, pero me fui con la sensación de que tenían que amenazarme para que me tomaran en serio", expresa.
En la denuncia interpuesta, a la que ha tenido acceso lavozdelsur.es, Raquel hace una cronología de los hechos que viene sufriendo desde que, hace cuatro años, comenzara su pesadilla. En una red social de citas tenía su perfil de Instagram, por el que el ciberacosador empezó a escribirle por este medio. "En principio empezamos a hablar para conocernos, pero comenzó a hacer preguntas subidas de tono", recuerda.
"Siempre usaba las mismas expresiones: ¿No te acuerdas de mí? Qué mala memoria tienes… Soy tu ex. Has estado conmigo, nos hemos acostado", rememora Raquel, a quien le cuesta releer las conversaciones que mantuvo con el ciberacosador, "por no agobiarme", porque le suponía recordar de nuevo el mal trago que ha pasado.
Después de bloquear un primer perfil, a los meses volvió a pasarle lo mismo. "El perfil tenía pocas fotos y pocos seguidores, pintaba algo raro, pero no quise pensar mal", expresa. Conforme iba avanzando la conversación, el ciberacosaror elevaba el tono y volvía a repetir las mismas preguntas que hizo con otro perfil, "hasta en el mismo orden", lo que convenció a Raquel de que era la misma persona. Y lo bloqueó de nuevo.
Hasta en cinco ocasiones ha repetido la jugada, con distintos perfiles, que Raquel observó que seguía a mujeres con características físicas similares a las suyas. "Por un lado me tranquilizó, pero también me preocupó que pudiera estar haciendo lo mismo con más chicas", asegura. Hasta llegó a decirle, con otra identidad, que estudiaba marketing y que realizaba encuestas para su TFG (Trabajo Fin de Grado)... para una vez más repetir las preguntas recurrentes sobre sus gustos sexuales y su ropa interior.
A Raquel le recomendaron que no cogiera el teléfono si la llama un número oculto, pero está esperando llamadas para citas médicas y tiene que descolgar "por si es importante". "¿Cómo ha conseguido mi número de teléfono?", se pregunta. La respuesta, sin conocer la identidad de su acosador, no es sencilla. "Cuando me llamó intenté reconocer la voz, pero parecía modificada", recuerda. Y también que se puso muy nervioso cuando supo que estaba acompañada.
En un futuro, no descarta pedir ayuda psicológica si la denuncia se admite a trámite y tiene que declarar, por ejemplo. "Todo esto me está poniendo muy nerviosa, más de lo que estoy por los estudios", señala Raquel, que ha contado lo que está viviendo a muy pocas personas. "Me dice que es alguien de mi pasado, pero creo que es mentira, no me encaja", admite la joven, que espera acabar cuanto antes con esta pesadilla. Y que su acosador sea identificado y debidamente sancionado.