"Nos encontramos en plena expansión y para ello buscamos trabajador@s proactivos, con ganas de formar parte de un gran equipo en un gran ambiente laboral". Es lo que pregona la empresa Sherrytel en su web oficial, pero la situación real dista bastante de eso.
El proceso de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 43 trabajadores de la empresa Sherrytel en Madrid y Jerez de la Frontera concluyó a finales de abril sin acuerdo entre las partes. Sherrytel está inmersa en un concurso de acreedores desde el pasado 25 de marzo que está tutelado por un administrador concursal nombrado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz, el cual aprobó el inicio del ERE, mientras que el comité de empresa ha estado conformado por los sindicatos CGT y UGT en Jerez.
En concreto, el despido colectivo afecta a 29 personas en Jerez, casi el 36% de los 81 empleados en esta delegación, y a 14 trabajadores en Madrid, alrededor del 38% de la fuerza laboral de la compañía en la capital.
En un comunicado de CGT y UGT afirman que "tan solo una semana después de terminar la negociación del despido colectivo de Sherrytel, la empresa anuncia, a través del administrador consursal, que no tiene dinero para pagar las nóminas de las personas trabajadoras de la empresa, desmintiendo así lo que él mismo afirmó durante el periodo de negociación".
"En varias reuniones de ese periodo, tanto CGT como UGT le preguntamos si había dinero para las nóminas de los compañeros y compañeras y su respuesta fue siempre afirmativa, que en mayo no habría problema", añaden.
"Al igual que ha ocurrido durante la negociación, la empresa no duda en culpabilizar al comité de empresa de esta situación. Al parecer, que no haya dinero es culpa de no aceptar el despido de esas 43 personas, no de la mala gestión empresarial. Con esta postura, Sherrytel está poniendo de manifiesto que los despidos no eran la panacea que querían vendernos y que el despido colectivo no era la solución a los problemas de la empresa", señalan.
Por este motivo, en los próximos días, el comité compuesto por delegadas de UGT y de CGT valorarán la posibilidad de convocar una huelga hasta que se proceda al pago de la nómina pendiente.
Los sindicatos ya señalaban al final de las negociaciones con la empresa que cuando los despidos se ejecutaran, los trabajadores tendrán que acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para poder cobrar sus indemnizaciones sin saber "si Sherrytel abonará las nóminas de finiquito o también se derivarán al Fogasa".
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