Parece una broma, pero no lo es. Y ha ocurrido en España. Renfe ha construido trenes que no sirven para lo que estaban pensado. Un error de cálculo ha provocado que las dimensiones de los ferrocarriles sean mayores que las de los túneles por lo que estaba previsto que tuvieran que circular. Y la 'broma' ha salido por 258 millones de euros.
Los 31 convoyes encargados esta empresa pública en el verano de 2020 para renovar la flota a la empresa vasca Construcciones y Auxiliar del Ferrocarril (CAF) no han salido como estaba previsto y, por lo tanto, la sustitución de los antiguos trenes que circulan por Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y País Vasco tendrán que esperar, al menos, dos años más.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha anunciado este sábado "ceses inminentes" tanto en Renfe como en Adif para "asumir las responsabilidades" del error en las dimensiones de los trenes de Cercanías en varias comunidades autónomas, especialmente en Cantabria y Asturias.
En declaraciones a los medios durante una visita al Ayuntamiento de Castro Urdiales (Cantabria), Sánchez ha pedido disculpas a los ciudadanos cántabros y ha señalado que este viernes mantuvo una conversación con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para compartir "enfado y su indignación".
"En las próximas horas se van a producir esos ceses y por lo tanto daremos las explicaciones en ese momento", ha explicado Sánchez, quien ha encargado una auditoría interna tanto en Renfe como en Adif para "saber y conocer con todo detalle qué es lo que pasó".