Todo son facilidades para las personas que se suben al carro del renting de coches. Son muchas las familias que optan por no comprar un vehículo que les acompañe de por vida. Prefieren elegir un modelo en función de las necesidades que tengan en determinados momentos de sus vidas e ir cambiando cada cierto tiempo.
Esta alternativa presenta multitud de ventajas que repercuten en la rutina favorablemente. Los conductores tan solo tienen que preocuparse por pagar el combustible y no pasarse del número de kilómetros permitidos para no tener que abonar una penalización.
Esta modalidad permite tanto a particulares como a autónomos y empresas disponer de un coche con el seguro a todo riesgo incluido además de revisiones, averías, neumáticos, ITV e impuestos. A través de una cuota mensual mayor o menor en función del vehículo seleccionado y las prestaciones que presenta.
El papeleo y las fianzas quedan atrás, además las averías ya no son un problema con este servicio que también incorpora asesoramiento totalmente gratuito a lo largo de todo el proceso de contratación para elegir el plan ideal según las necesidades y el presupuesto.
La financiación es beneficiosa para empresas, autónomos y particulares. Los dos primeros colectivos pueden desgravarse las cuotas del renting en la declaración del IVA, IRPF y, en caso de las empresas, el impuesto de sociedades. Además, tienen una mayor flexibilidad a la hora de gestionar el resto de operaciones de sus negocios.
Otro de los atractivos del renting es que permite estrenar coche nuevo cada muy pocos años y con la última tecnología del mercado. Los conductores podrán seleccionar la marca, el tipo de vehículo, y si prefieren, gasolina, diésel, híbridos o eléctricos.
Otro de los motivos por los que cada vez más personas optan por el renting es la libertad que aporta, ya que, si a los conductores les apetece cambiar de coche, no hay que venderlo, simplemente devolverlo y seleccionar el nuevo modelo.