"No sirves para nada. Nos traes el coronavirus. Niño rata. Arruina vidas. Cállate busca peleas. Vete a chuparle el culo a la marrana. Tú no dibujas nada, todo lo calcas. Tú eres pobre. Duermes en el suelo. Te haces el chulito porque hablas bien inglés. Si te juntas con los moros, no jugamos contigo. Los moros se acercan a ti por interés. ¿Por qué vienes con esas zapatillas? Siempre traes la misma ropa. ¿Por qué no te peinas?".
Estos son solo algunos de los insultos recibidos durante dos años por un niño de once en un centro educativo en Andalucía. ¿Se imaginan ir cada mañana al trabajo y tener que soportar todos estos desprecios y descalificaciones"
La nauseabunda lista va a más: "No levantes la mano, pesado. Hemos ido al concierto para grabarte y burlarnos de ti. Eres el culpable. No te bañas. Eres un guarro. Por tu culpa nos castigan. Enano, eres gay, deberías irte a un colegio de monjas. Pelo mierda. Tu ciudad es una mierda. Eres una cabeza bola. ¿Por qué traes la misma camiseta? ¿Por qué no te cortas el pelo? Parece mujer. Ahora eres empollón. Tu padre es el calvo ridículo que sale en el vídeo de los calcetines de dos colores”.
Muchos de estos insultos, como ha indicado la madre del menor víctima de acoso escolar, incluso han sido realizados por personal docente del centro. "Acusica, si hablas rápido eres mentiroso, si te metes con los del pueblo te irá mal en la vida o no veo que te hagan nada".
Y más insultos: "Cállense que viene Pablo. Acusica, todo se lo cuentas a tus padres. Dile a tu padre que se corte la coleta. Pelo mierda. Sucio, no te bañas. Me has arruinado el quinto curso. Eres un arruina vidas. Te pego porque me da la gana. En el patio te vas a enterar".
Dos años recibiendo amenazas, comentarios racistas y vejatorios. Con una discriminación por muchos menores de su edad cuya crueldad asusta. "No tienes dignidad. Si no le puedo pegar en el colegio, le pegaré en la calle. En el pueblo nadie te quiere. Vete a tu ciudad de mierda. Cállate, eres pobre. Te insulto, luego me confieso. No sirve de nada que vayas a la maestra, es amiga de mi madre. No te queremos aquí en el pueblo. Vuélvete a tu ciudad de mierda. Ahora ve y díselo a tu padre. Vaya paliza que te han dado. Te van a pegar en el entrenamiento. Parásito".
A pesar de todo lo que ha tenido que aguantar el menor durante estos dos años, el protocolo de acoso escolar se cierra con un "problemas de convivencia" y sin permitir a los padres del menor tener un acceso transparente al informe.