El acuerdo de los principales sindicatos del país con Inditex, la sociedad de Amancio Ortega para las marcas de Zara, Pull&Bear, Oysho o Massimo Dutti, ha resultado una decepción para los trabajadores en vista de cómo se están ejecutando los traslados acordados.
Una vez que quedó claro que la crisis sanitaria adelantaba en parte el proceso de fomento de las ventas online frente a la venta tradicional en tiendas presenciales, la compañía habló de un cierre de 250 a 300 tiendas en el país, alrededor de una cuarta parte de las 1.200 proyectadas en todo el mundo.
En esas, los sindicatos trataron primero de hace recular al gigante del textil, pero no fue posible. Éste ofreció un proceso en el que no habría despidos, aseguró. Y CCOO y UGT firmaron hace unos meses la recolocación por medio de un proceso en el que se ofertaba a los actuales empleados de tiendas cerradas o que iban a hacerlo entrar en otras tiendas del grupo. Cádiz, por ejemplo, ha sufrido varios cierres importantes, especialmente en los centros de las ciudades, pero Zara abrió en Bahía Sur una tienda más grande que recuperó en parte esa mano de obra. Menos tiendas, más grandes y en centros comerciales.
Pero a la hora de ponerlo en práctica, como temían otros sindicatos con un importante peso en la cadena como CGT, no ha sido todo rosas. Al contrario, desde Inditex se ofrecen reubicaciones en otras provincias, con menos horas, en horario nocturno o con peores condiciones económicas. Como ya explicó lavozdelsur.es, los trabajadores hablaban de presiones de Recursos Humanos para firmar su salida con la indemnización equivalente al despido improcedente en paralelo a esas negociaciones.
Ahora, eldiario.es ha tenido acceso a las ofertas de reubicaciones de diversos centros. En un Lefties de Madrid, de los 38 puestos, solo nueve son contratos a 4 horas: el resto, entre las 8 y las 35, lo que implica, consecuentemente, una bajada de los salarios. Eso, junto a otras condiciones como mayor oferta de trabajos de noche y varios de ellos, en otra provincia, especialmente los que implican 40 horas de contratio previas.
El traslado de provincia se compensa con 3.000 euros de ayuda de la empresa, pero desde CGT apuntan a que son formas de presionar por el despido con indemnización, porque, en el caso de Madrid, reúne multitud de tiendas y posibilidades y la reubicación en otras provincias no sería realmente algo necesario.
Asimismo, desde los sindicatos, como ELA, temen que una vez pasen estas propuestas voluntarias, pasen en el periodo de ofertas obligatorias, a un empeoramiento de las condiciones mucho mayor. Desde CIG señalan también que el acuerdo primero era para todo el grupo pero que CCOO y UGT no han estado presentes en el desarollo de los acuerdos para cada una de las marcas, que afinaban más esos acuerdos, y que en ese proceso buscan otras condiciones más favorables para Inditex.
Asimismo, hay que recordar que en el caso de Inditex no se darían condiciones económicas para justificar un despido masivo, toda vez que la empresa sigue siendo rentable, y que lo son mayoritariamente sus tiendas individuales, pero la determinación a apostar por la digitalización es total y no hay marcha atrás.